Iberdrola puede ser un buen ejemplo de una empresa bien gestionada, con unas cuentas brillantes y en máximos históricos en Bolsa. Pero no sería un buen ejemplo si analizamos las prácticas que lleva a cabo con sus clientes, una “prácticas abusivas”, tal y como nos cuentan bufetes de abogados o asociaciones de consumidores.

Incluso la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil estaría detrás de la compañía por haber manipulado presuntamente el mercado de la electricidad durante tres semanas a finales del año 2013, tras inflar el precio de la luz con el cierre de los embalses. Se trata de una investigación penal contra Iberdrola en fase de instrucción tal y como nos confirman fuentes cercanas a la investigación.

Por este motivo, muchas empresas comercializadoras se han visto afectadas en ese periodo, entre ellas Enercoluz Energía, tal y como nos explica su portavoz.



Las pérdidas para su empresa ascienden casi 400.000 euros en ese periodo, una suma importante de dinero.



En defensa de los consumidores, Facua, se ha personado en la causa. Su portavoz, Rubén Sánchez, explica los motivos.



Lo cierto es que estas supuestas malas prácticas de Iberdrola, son muy habituales y que impactan de forma significativa en los recibos de la luz.



Las demandas contra las eléctricas por parte de los consumidores cada vez son más habituales en los juzgados.

La abogada Carmen Andreu explica como Iberdrola desde hace unos años, emite facturas a sus clientes por cantidades que ascienden a 3.000 euros al año, acusándoles de haber realizado una manipulación del contador y llevar a cabo un consumo superior al abonado. Según Andreu, se trata de una práctica bastante frecuente por parte de la eléctrica.



Según estas formas de actuar de algunas eléctricas, no es de extrañar que este tipo de compañías y el servicio que prestan sea el peor valorado por los usuarios.

Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Iberdrola y Endesa acaparan la mayoría de las reclamaciones de consumidores, una media de 100.000 quejas en 2017, por discrepancias entre otros motivos, por la medida de consumo, facturación y cobro.