Endesa presenta sus resultados del primer trimestre de 2017. Su resultado operativo bruto ha bajado un 12%, hasta 702 millones de euros pese al incremento de la demanda en la industria y el sector de servicios.

El beneficio neto de la eléctrica, controlada por la italiana Enel, ha caído un 26% a 253 millones de euros. La compañía achacó el descenso al fuerte incremento de los precios mayoristas de electricidad en el primer trimestre de 2017. Estas bajadas se deben a los precios del 'pool' eléctrico. 

La compañía ha explicado que las "excepcionales" condiciones de mercado registradas tanto en el primer trimestre de 2016 como en el primer trimestre de 2017, han afectado en la comparación del EBITDA, que retrocede un 12%, hasta los 702 millones. La producción hidroeléctrica y eólica en el primer trimestre de 2016 llevó a unos precios del mercado mayorista bastante bajos, mientras que el primer trimestre de 2017 se ha caracterizado por un extraordinario uso de las plantas térmicas, lo que ha provocado precios muy elevados en el mercado eléctrico.

En cuanto a los ingresos de la compañía, se han incrementado un 7%, hasta los 5223 millones desde los 4.878 millones del primer trimestre del año pasado. Por el contrario, ha habido un incremento en los costes de la compra de electricidad para la venta al cliente final y los costes del consumo de combustibles en las centrales térmicas. Esto ha dado lugar a una reducción del margen bruto en un 6%.

El resultado de explotación (EBIT) ha caído en un 27% debido, sobre todo, al descenso del EBITDA. El cash flow operativo, por su parte, se ha reducido en 129 millones de euros, debido también al descenso del EBITDA.

En su último plan estratégico, Endesa proyectó que el beneficio neto crecería a un ritmo superior al 3% anual de media, mientras que para el beneficio neto y el dividendo, la previsión es de un 6%.

Tras estos resultados, la compañía eléctrica abonará un dividendo por acción con cargo a los resultados de 2017 de, aproximadamente, 1,32 euros por acción.