No todos los días sale a bolsa la que será la mayor OPV de toda la historia. Y tampoco todos los días vemos a una entidad española entre los 25 colocadores de esa salida a bolsa.

Saudi Aramco ha decidido que el Banco Santander forme parte de esa selecta lista de bancos colocadores, un adjetivo que no se lleva entre las entidades españolas. Pero, ¿qué significa ser un banco colocador?

Principalmente, su tarea es colocar, es decir, vender las acciones que van a salir al mercado en una OPV. Y, ojo, porque a las entidades que lo hacen les viene de perlas ser elegidas para esto porque no es gratis: se embolsan una buena cantidad a través de comisiones.

En este caso, el Santander se ha negado a especificar a Capital Radio cuánto puede ganar pero, según cálculos de Bloomberg, los bancos elegidos podrían percibir entre 350 y 450 millones de dólares cada uno.

¿Cómo funciona este proceso?

Todo depende de la tarea que se le encomiende al banco en cuestión. Puede que se le encargue una tarea más simple, por ejemplo, la de exclusivamente colocar esas acciones, o que se le pida una involucración mayor. Por ejemplo, que negocie el precio con el vendedor o que coordine la fecha de salida, lo que comunmente se le encarga al 'bookrunner'-

¿Qué hace el banco Santander en esta colocación? Desde la entidad nos aseguran que se realizan ambas tareas. Por tanto, resulta evidente el reconocimiento de Saudi Aramco al Santander al otorgarle de cierto prestigio como banco de inversión en este sentido.

En la práctica, el Santander tendrá que, entre otras cosas, buscar clientes a los que colocarles esas acciones. Pero no clientes particulares, sino solo a clientes institucionales, es decir, a otros bancos o fondos de inversión. Y eso lo elige, en este caso, Saudi Aramco, probablemente porque haya visto con buenos ojos la cartera de clientes institucionales que tiene el banco de Ana Botín.

¿Cuántas acciones le toca colocar al Santander? El banco no ha querido hacer pública esa cifra porque la consideran "información confidencial", pero los expertos aseguran que muchas veces no se trata de un número fijo. Suele ser una cantidad que se negocia con el vendedor, es decir, se le remunera más al banco si coloca más acciones de las que se había pactado en un principio.

Por su parte, el Banco Santander no ha querido especificar ni cuánto ingresará por esta colocación ni cuánto le aporta a su negocio la colocación de OPVs en general. Según fuentes consultadas por Capital Radio, estos datos son “información confidencial”.