Nueva crisis, nuevos rescates y nuevas polémicas. Las ayudas de la SEPI a Duro Felguera, Plus Ultra, Air Europa y la solicitud de Abengoa han despertado ya cierta controversia. El fondo de solvencia pretendía salvar a empresas estratégicas afectadas por la pandemia. Pero, estas compañías ¿son realmente estratégicas? ¿Están al borde de la quiebra por culpa del coronavirus o su crisis viene de antes?

Te lo contamos en este podcast de Expediente Abierto.

El avión de Plus Ultra, las deudas de Duro Felguera y la crisis de Abengoa: las polémicas de los rescates

1. El avión de Plus Ultra: ¿empresa estratégica?

Estas dos últimas preguntas son las que giran en torno al rescate de Plus Ultra. A pesar de que la aerolínea no se encuentra entre las compañías aéreas más conocidas de España, la ministra María Jesús Montero la ha considerado una empresa estratégica.

Sin embargo, solo tiene un avión en funcionamiento y opera el 0,03% de los vuelos en España, según algunos medios de comunicación. La ministra Montero añade que ese calificativo de “estratégica” se debe a que la aerolínea opera en un "nicho de mercado".

Se refiere a que la actividad de la compañía se limita a rutas entre España y Latinoamérica. Concretamente entre las ciudades de Madrid y Tenerife y las de Caracas, Lima, Quito y Guayaquil, según consta en el buscador de vuelos de su página web.

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Captura de plusultra.com

Sin embargo, basta con filtrar vuelos entre estas ciudades en el buscador de Google para ver que en las rutas de Madrid-Lima, Madrid-Quito o Madrid-Guayaquil hay casi una decena de otras aerolíneas que operan en cada uno de esos itinerarios.

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Captura de vuelos en Google desde Madrid a Lima

Pero ese no es el único foco de la polémica en el rescate de Plus Ultra. La empresa lleva años en pérdidas e incluso cuenta con un patrimonio neto negativo de casi 6 millones de euros en 2020, según informa el diario ABC.

Eso sí, Plus Ultra no incumple los requisitos para recibir las ayudas del fondo de la SEPI. Algunos de esas condiciones son tan imprecisas que simplemente se limitan a pedir que la empresa "no esté en crisis" a 31 de diciembre de 2019. ¿Qué significa no estar en crisis para el Gobierno?

2. La eterna crisis de Abengoa

Quizá la respuesta a esta pregunta llegue cuando el Ejecutivo se pronuncie sobre el rescate de Abengoa, que ha solicitado 249 millones de euros. Esta cantidad es justo un millón menos de la cantidad que le obligaría a avisar a Bruselas para aprobar ese rescate.

La propia SEPI asegura en su página web que "las operaciones de apoyo temporal cuyo importe sea superior a 250 millones deben notificarse de forma individualizada a la Comisión Europea".

Y es que Abengoa lleva cinco años en lo que se podría considerar “crisis”. En 2015 entró en preconcurso y pidió un rescate. Tres años después tuvo que pedir más ayuda a sus acreedores.

El 23 de marzo de 2020, solo ocho días después del estado de alarma, dijo que todavía no podía publicar las cuentas de 2019 por el impacto del coronavirus.

3. Las deudas tributarias de Duro Felguera

Nadia Calviño, ministra de Economía, explicaba este jueves en Onda Cero que se están aplicando "los mismos criterios" a todas las empresas y que las exigencias son "máximas".

Sin embargo, a priori una de las compañías rescatadas no cumple uno de esos requisitos. Una de las condiciones para recibir el rescate es “estar al corriente a 31 de diciembre de 2019 en el cumplimiento de las obligaciones tributarias”. Pero Duro Felguera tiene una deuda con Hacienda de 120 millones. Un pago que, eso sí, la Audiencia Nacional suspendió de forma cautelar en 2020.

Un rescate diferente para ahuyentar al fantasma de Bankia

El Gobierno ya ha aprobado el rescate de Duro Felguera, Air Europa y Plus Ultra. En total 648 millones de euros. Pero el Ejecutivo ha aprendido la lección de la pesadilla de Bankia y ha cambiado el instrumento financiero para articular esos rescates

Esos 648 millones son prestados. Es decir, la SEPI no ha entrado en el capital de ninguna empresa como hizo en Bankia, al menos todavía. Dice el organismo que de los 120 millones que ha pedido Duro Felguera, 30 millones podrían darse como un préstamo participativo o como aportación de capital.

Por lo tanto, de estas tres compañías el Estado podría entrar en el accionariado de Duro Felguera. Eso sí, esta vez por un coste 99,8% inferior que el de la entrada en el capital del fra-caso Bankia.