Los mercados asiáticos al alza en líneas generales a excepción de Tokio, que está prácticamente plano, tras la subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Se nota en todo caso un aumento del volumen en especial en Hong Kong, donde la bolsa se anota cerca de un punto y medio porcentual. Tras el banco central norteamericano, esta madrugada ha sido el turno del Banco de Japón, que mantiene intacta su política monetaria. Por cierto que en Tokio acaba de aterrizar el Secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, para una visita de dos días.

El BoJ (Banco de Japón por sus siglas en inglés) no eleva los tipos de interés ni reduce el programa de compra de deuda, que está en 80 billones de yenes. Asegura que su intención es que se mantenga el bono a diez años alrededor del 0%, y se muestran desde el organismo bancario satisfechos con el ligero repunte de la inflación en febrero y con el aumento en el consumo, que se viene notando desde principios de año. De hecho, como hemos comentado ya en Capital Radio, es probable que el programa vea recortados los estímulos en la próxima reunión.

En China, el Banco Central también ha tocado los tipos de interés, pero los referidos al muy corto plazo. Los sube un 0,25%. Es la tercera vez que realiza este movimiento en los últimos meses, y tiene dos objetivos; el primero, evitar que las compañías chinas sigan pidiendo dinero para salvar sus problemas de deuda a corto plazo, intentando que se dediquen a reducir la deuda en lugar de a refinanciarla una y otra vez. El segundo, evitar que con la financiación tan barata a corto plazo algunas de esas empresas y grandes inversores se dediquen a invertir fuera, sacando capital del país.

Por cierto que en China, concretamente en Pekín, está de visita el rey de Arabia Saudí, Salman, que junto al presidente Xi Jinping han llegado a un acuerdo de intercambio comercial que podría rondar los 65.000 millones de dólares. Uno aportaría energía y el otro tecnología.

En clave empresarial, en el lado negativo encontramos a Toshiba, a quien las noticias de venta de su división nuclear en Estados Unidos, Westinghouse, penalizan hoy en bolsa cerca de un 4%. En el lado positivo, sin embargo, encontramos a ZTE. La empresa de telecomunicaciones fue suspendida en la bolsa estadounidense después de alcanzar un acuerdo para pagar una multa de 900 millones por violar las sanciones y operar con Irán y Corea del Norte. Ahora, tras pagar la sanción y cambiar de presidente, la compañía se anota los máximos en la bolsa de Hong Kong, donde acumula una subida del 26% en los últimos seis días.