La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos acusa al consorcio automovilístico Fiat Chrysler Automobiles de utilizar un software ilegal que alteraba las emisiones de algunos de sus vehículos. Las acciones de la compañía caen en el entorno de un 16% en la bolsa italiana a 8,83 euros. La compañía ha rechazado las acusaciones.

La agencia indica que Fiat Chrysler y su filial estadounidense, FCA US, cometieron diferentes violaciones de la Ley del Aire Limpio de Estados Unidos al instalar y no comunicar la existencia de un software de gestión del motor en sus modelos Jeep Grand Cherokee y Dodge Ram 1500 con el propulsor diésel de 3.0 litros vendidos en Estados Unidos entre 2013 y 2016.

Según la organización, este dispositivo provoca un aumento de las emisiones de dióxido de nitrógeno en los vehículos y afirma que esta situación afecta a casi 104.000 unidades de dichos Jeep Grand Cherokee y Dodge Ram 1500 correspondientes a los años modelo 2014, 2015, y 2016.

El CEO de Fiat-Chrysler, Sergio Marchionne, ha respondido a las acusaciones poco después de hacerse públicas. Ha asegurado que la compañía no ha engañado a las autoridades, que está decepcionado con el informe de la EPA y que su caso "no se puede comparar" al de Volkswagen. De hecho, ha declarado que cualquiera que lo haga "fuma sustancias ilegales".