El Ibex 35 ha terminado con un recorte del 0,04% hasta 9.684,20 puntos. Choca de nuevo con la frontera de los 9.700, mientras que el resto de bolsas europeas si consiguen cerrar con ligeras alzas.

Entre los protagonistas empresariales del día, Abertis. Los consejos de ACS, Atlantia y Hochtief ya han dado el visto bueno al acuerdo para controlar la empresa de concesiones y estipula que Atlantia retire su oferta y que se mantenga la de Hochief, que pagará los 18,36 euros por acción en efectivo. A las 12 del mediodía, los presidentes de ACS y Hochtief, Florentino Pérez y Marcelino Fernández Verdes, y el consejero delegado de Atlantia, Giovanni Castelluci, explicarán los detalles del acuerdo.

Por cierto que Atlantia tiene un plazo de diez días para ejercer una opción que le permite lanzar una oferta de compra por todo o parte de la participación del 34 por ciento que Abertis tiene en la empresa de infraestructuras de telecomunicaciones telefonía móvil Cellnex. El precio mínimo sería de 21,20 y el máximo de 21,50 euros.

En el mercado continuo, Duro Felguera cierra con una caída del 12,35% tras cierrar 2017 con unas pérdidas de más de 254 millones de euros. Esos abultados números rojos la colocan en una delicada situación con un patrimonio neto negativo de casi 165 millones de euros en el grupo consolidado y entra en causa de disolución. La empresa señala que debe corregir esta situación patrimonial en los próximos meses.

Los recortes son superiores en Tubos Reunidos que se deja un 32% después de las dudas manifestadas por el auditor.  PwC alerta de problemas financieros y plantea "dudas significativas sobre la capacidad de Tubos Reunidos para continuar como empresa en funcionamiento".

En la bolsa alemana suben las acciones de Lufthansa. La aerolínea ha presentado ganancias anuales récord por tercer año consecutivo. Se ha beneficiado de los bajos precios del combustible, la fuerte demanda y el colapso del rival local Air Berlín. Eleva dividendo.

Atención al sector energético. Moody's sitúa a E.ON y RWE en revisión para bajarles la calificación tras el acuerdo para intercambiar activos que han anunciado esta misma semana. RWE se encuentra a un escalón de perder el grado de inversión y si se produce una bajada de su calificación, su deuda sería bono basura. En el caso de E.on la bajada debería ser de dos notas para perder el grado de inversión.

Mientas para Iberdrola, Moody's mantiene la nota de la deuda pero rebaja la perspectiva de positiva a estable. Lo hace por la rentabilidad más débil que tuvo en 2017 y refleja la opinión de la agencia de que es poco probable que el grupo logre un perfil financiero consistente para elevar su nota dentro de los próximos dos años.