Alemania logra un superávit récord de 253.000 millones de euros en 2016. Una cifra que el gobierno alemán presenta en la misma semana en la que, desde Estados Unidos, criticaran la debilidad del euro, asegurando que el país germano se estaba beneficiando de la situación de debilidad de los países del sur para mantener baja la divisa y lograr mayores márgenes comerciales.

Un asunto que probablemente tratarán Washington y Berlín en la próxima cumbre del G-20, bajo el lema “Forjando un mundo interconectado”.

Lo cierto es que la caída del euro es la principal razón del récord en el superávit germano, ya que las exportaciones incluso cayeron en el último trimestre del año (en diciembre se dejaron un 3,3%, más de lo esperado por el consenso del mercado) pese a que las importaciones se mantuvieron estables.

Pese a ese dato, desde Alemania defienden la mejora en la competitividad de sus empresas exportadoras, y aseguran que han pedido en varias ocasiones al Banco Central Europeo que endurezca las condiciones de su política monetaria.

La producción industrial alemana también cayó en diciembre, pero las órdenes subieron el mismo mes por más en más de dos años, lo que sugiere que el primer trimestre de 2017 volverán a terreno positivo.

Desde el organismo que aglutina las cámaras de comercio alemanas muestran su precupación por la política comercial estadounidense, que podría afectar a las exportaciones germanas. Pese a todo, elevaron al 1,6% el crecimiento del país para este 2017.