Los momentos de tensión en el mercado ha provocado una jornada negra en la deuda soberana italiana, que ha vivido los momentos más complicados de los últimos 25 años. Y es que el bono italiano a dos años ha llegado a subir a una velocidad que no se recordaba desde 1992.

Para Javier Ferrer, de Ahorro Corporación, lo más relevante ha sido el movimiento de los cortos plazos. Hoy el Tesoro italiano ha colocado sus letras a seis meses en positivo al 1'21%, cuando en subastas anteriores lo hacía en negativo, al -0'40%. "Eso sí es preocupante, deja un sesgo muy negativo", valora Ferrer. "Temo que el Tesoro italiano esté obligado a hacer la subasta y que la única demanda que haya encontrado haya sido a esos niveles", señala el director de tipos de interés y forex de Ahorro Corporación.



 

"Si soy el Tesoro y veo que hay que financiar la letra a esos niveles, yo hubiera declarado la subasta desierta, no sé el grado de obligación que tiene de seguir dando liquidez y entrada de papel al mercado, pero me ha parecido un movimiento bastante peligroso", advierte Ferrer.