Especialmente en época de campaña electoral proliferan las fake news, lo que toda la vida hemos llamado bulos y que podemos traducir como noticias falsas, pero que además tienen ese componente de viralidad, de que una vez que la sociedad las da por ciertas es difícil parar y desmentir.

María Barrios, coach y experta en consultoría de imagen, explica cómo funcionan las fake news y por qué pueden llegar a tener tanto éxito.

¿Cómo funcionan las fake news?

María Barrios, coach y brand manager, explica qué nos atrae de las fake news y por qué funcionan

Una clave importante a tener en cuenta es que las difundimos aunque sepamos que la noticia no es cierta. ¿Por qué? Pues porque habitualmente se trata de una información que queremos creer, que nos resulta atractiva por algún motivo (no necesariamente positivo).

Otro rasgo que suelen tener en común las noticias es falsas es que no son información reciente, sino que casualmente surge algún tema antiguo, controvertido, que nos hace dudar.

No es un fenómeno nuevo

De hecho, como recuerda María Barrios, las mentiras históricas están a la orden del día e incluso en la Edad Media hay constancia de que se acusó a mujeres de brujería que llegaron a ser condenadas a muerte en base a una mentira, lo que hoy sería “fake news”.

Pero también sucede a menudo que construimos la historia en base a mentiras o informaciones no del todo correctas. Buenos ejemplos de ello son la historia de Calígula, que según algunos historiadores no era tan cruel como se ha llegado a creer hasta nuestros días.

Una gran frase que resume este fenómeno la pronunció Joseph Goebbels, el ministro encargado de la propaganda del gobierno de Adolf Hitler en la Alemania nazi: “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.

Las redes sociales avivan la llama de las fake news

La ventaja y a su vez el problema de la época en la que vivimos es que la sociedad está hiperconectada. Las ventajas son obvias, los inconvenientes podrían pasar por la desinformación: hay tal cantidad de información que es difícil distinguir lo real de lo ficticio.

Además cualquiera puede publicar en un blog, en redes sociales y llegar a mucha audiencia potencial. A eso se le suma el atractivo que suelen tener las fake news. Tanto es así, que estudios demuestran que esas noticias falsas son un 70% más compartidas que una real.