Así lo ha dicho el presidente de China, Xi Jinping, al aterrizar en Hong Kong donde asiste al 20 aniversario del retorno de la ciudad a soberanía china, que se celebra el sábado. También al cambio de gobernador. Carrie Lahm tomará posesión del cargo ese mismo día.

Xi se compromete a trabajar para que la fórmula "un país, dos sistemas" que permite a Hong Kong disfrutar de libertades y derechos especiales, se mantenga "estable y por un largo tiempo".

Nada más aterrizar ha asegurado que: "El Gobierno central va a apoyar, como siempre, al desarrollo de Hong Kong y a la mejora de la vida de la población".

El presidente chino asegura estar feliz en su primera visita a la ciudad desde que ocupa el cargo , y espera que en su estancia de tres días pueda generar "más confianza en el desarrollo y construcción de Hong Kong".

Las autoridades de Hong Kong no darán a los manifestantes la ocasión de protestar y desplegaron fuertes medidas de seguridad en toda la ciudad. Policías y barricadas rodean las calles próximas al centro de convenciones y al complejo hotelero donde se espera que Xi pase la mayor parte de su tiempo.

Tres grupos prodemocráticos informan de que 26 de sus miembros fueron detenidos el miércoles por la noche por cargos de alteración del orden público. Entre los arrestados estaban Joshua Wong, uno de los activistas que lideró las protestas del "Movimiento de los Paraguas" en 2014, y Nathan Law, otro líder estudiantil que fue elegido para la legislatura el año pasado.

Una encuesta de la Universidad de Hong Kong, no obstante, indica que solo el 3,1% de los jóvenes de Hong Kong se identifican como chinos.

Por cierto que el FMI ha asegurado hoy que China tiene que encontrar un equilibrio entre el desapalancamiento y el mantenimiento de un apoyo adecuado para algunos sectores de la economía.