El coronavirus en España provocó una histórica contracción económica del 18,5% en el segundo trimestre con respecto al trimestre anterior, debido a las medidas de confinamiento impuestas desde mediados de marzo hasta junio para frenar la propagación de la epidemia, según mostraron el viernes datos del Instituto Nacional de Estadística.

La caída, que es peor que el 16,6% previsto por los analistas, se suma a una reducción intertrimestral del 5,2% en el primer trimestre, lo que supone la entrada técnica en recesión, que se produce cuando se registran dos trimestres consecutivos a la baja.

Esta evolución del PIB es consecuencia del desplome del consumo de los hogares (21,2 %), de la inversión empresarial en bienes de equipo (25,8 %) y de las exportaciones (33,5 %), en un contexto de paralización de la actividad y cierre de fronteras, mientras que el gasto de las administraciones públicas creció el 0,4 %.

El empleo medido en horas trabajadas cayó un 21,4 %, un descenso superior a la destrucción de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, que disminuyeron un 17,7 %.

En términos interanuales, el PIB registró una contracción aún mayor, en este caso del 22,1%, frente a la caída del 4,1% en el primer trimestre, también peor de lo esperado por el mercado. Esta caída es cinco veces superior a la segunda mayor de la serie, que fue del 4,4% en el segundo trimestre de 2009.

En ambos casos, se trata de la mayor caída registrada desde que la serie de este indicador comenzó a tomarse en 1970.