China ha sufrido una paulatina desaceleración de su crecimiento durante los últimos cinco años a causa de un cambio de modelo económico. En el tercer trimestre de este año, su PIB ha bajado una décima y se ha situado en el 6,9% en comparación con el mismo período de 2014. En el trimestre que va de julio a septiembre, la segunda economía mundial ha profundizado su ralentización y ha crecido a un ritmo menor del esperado por el Gobierno, que para este año se había propuesto como objetivo que el PIB creciera alrededor de un 7 % (la cifra que se alcanzó durante la primera mitad de 2015).

Las autoridades chinas atribuyeron esta rebaja en el crecimiento a las "crecientes presiones bajistas" que afronta internamente el gigante asiático y a una recuperación de la economía global "más débil de la esperada".Hay que remontarse hasta el primer trimestre de 2009 para encontrar un crecimiento económico más bajo que el actual.

A pesar de la crisis de las bolsas que provocó el pánico en los mercados de todo el mundo el pasado verano, el sector servicios del gigante asiático mantuvo su crecimiento y fue el motor de la economía, según las estadísticas oficiales. La Oficina Nacional de Estadísticas no ha publicado un dato exclusivo del tercer trimestre, pero entre enero y septiembre el sector terciario ha crecido un 8,4 % con respecto al mismo periodo del año pasado, sin cambios sobre el acumulado hasta junio.

La industria moderó su crecimiento hasta un 6 % interanual en los tres primeros trimestres, una décima menos que en el acumulado del primer semestre, y la agricultura aceleró tres décimas y subió un 3,8 % interanual en los primeros nueve meses del año. La caída del comercio exterior lastró a la economía china, ya que sus exportaciones bajaron un 1,8 % interanual entre enero y septiembre y sus importaciones se hundieron un 15,1 %, mientras que la inflación subió un 1,6 % interanual en septiembre, lo que supone cuatro décimas menos que en agosto.

También destacan la publicación de otros datos. La producción industrial china se ha ralentizado en septiembre, ha repuntado un 5,7% en tasa interanual, cuatro décimas menos que en agosto, en su registro más bajo desde marzo. Llama la atención la inversión en activos fijos que se sigue frenando y se ha situado en un 10,3% entre enero y septiembre. Por su parte, las ventas minoristas, se incrementaron en un 10,9% interanual, una décima más que en agosto.

En su informe económico trimestral, las autoridades chinas reflejan que el gigante asiático ha encarado condiciones muy duras en lo que va de año. Pero consideran que el desarrollo general fue estable. Por el momento, China crece a un ritmo más débil.

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Mike Behnken