La Secretaria General del Tesoro y Política Financiera, Emma Navarro, y Belén Romana, expresidenta de la Sareb y actualmente consejera externa de Banco Santander, son dos de los nombres que maneja el Ejecutivo de Mariano Rajoy, a quien desde el Banco Central Europeo piden una mujer si quiere tener garantías de que España tendrá un sillón en la institución monetaria.

La salida de Vítor Constancio del Banco Central Europeo deja una vicepresidencia libre que España quiere ocupar, alegando el poco peso con el que cuenta la cuarta economía de la eurozona. El argumento es válido, y desde que en diciembre comenzaron los contactos para lograr esa vicepresidencia se baraja el nombre de Luis de Guindos. El ministro de Economía cuenta con el apoyo de Alemania (un apoyo que, aseguran desde el Ejecutivo, se dará en todo caso a España, aunque de Guindos no sea el candidato), y además es un viejo conocido en las instituciones europeas. También esgrime el argumento de que fue rechazado para presidir el Eurogrupo (cuando volvió a recaer en el ya expresidente, Jeorem Dijsselbloem), aunque eso no garantiza que no se produzca un nuevo rechazo. De hecho, desde hace unos días Irlanda está recabando apoyos para ocupar esa vicepresidencia del BCE, para lo que ya ha mostrado a su candidato, Philip Lane.

Lane es Gobernador del Banco de Irlanda, y tiene en su haber el hecho de ser quien pilotó esa institución durante el rescate irlandés, en el que el propio Philip Lane tuvo un papel relevante negociando con las instituciones comunitarias. Lane parece estar por delante de Luis de Guindos de cara a lograr ese puesto en el Banco Central Europeo, sobre todo si nos atenemos a que cuentan públicamente con el apoyo de Francia, y de forma oficiosa con el beneplácito de Italia. Pero todo podría cambiar en favor de España si se cumple una condición; que el candidato propuesto sea una mujer.

Desde hace semanas el Gobierno de Mariano Rajoy busca una candidata que se ajuste al perfil que demanda un puesto como el de vicepresidente del BCE. Aunque consideran que Luis de Guindos es el mejor preparado, el temor a perder el puesto y quedar de nuevo infrarrepresentados en Europa hace que no se haya mencionado oficialmente a de Guindos para sustituir a Constancio. Es por eso el Ejecutivo trabaja con varios nombres sobre la mesa. A priori, la mejor situada es Emma Navarro, a quien se considera "una persona preparada con unas capacidades idóneas para el puesto", pero tiene un hándicap importante: su falta de experiencia en negociaciones complicadas con otras instituciones, y su todavía corta trayectoria (en comparación con otros candidatos de mayor edad). Es por eso que desde Moncloa han rescatado también a una mujer que ya sirvió para desatascar las negociaciones con las entidades bancarias a la hora de configurar la Sareb (mal conocido como "Banco Malo"), Belén Romana.

Las consideraciones del Ejecutivo hacia Romana se basan en un perfil negociador "más duro", acorde con las exigencias que tiene el propio Banco Central Europeo. En todo caso, la actual consejera externa de Banco Santander tendría que renunciar, precisamente, al puesto que ostenta a día de hoy, y los rumores sobre posibles incompatibilidades complican el nombramiento.

No es la opción favorita de Mariano Rajoy, pero elegir a una mujer podría decantar la balanza y que España consiguiera de esa forma el puesto de vicepresidente del Banco Central Europeo. Eso sí, en detrimento de Luis de Guindos. Hasta el 7 de febrero tiene de plazo el Ejecutivo para salir de dudas.