El preconcurso de acreedores es un proceso de refinanciación de deudas en la que se entra en fase de negociación con agentes financieros. Es decir, un cambio más favorable en los términos de la deuda de los que existían hasta la fecha.

"En el caso de Ezentis se presenta antes de la entrada en vigor el próximo martes de la reforma concursal, por lo que no podrá aprovechar los cambios que se produzcan y se regirá por el modelo actual", señala Isaías González, socio del área concursal de Vento Abogados y profesor del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de A Coruña

A partir de este momento, el preconcurso de acreedores pasa a ser un trámite en el que intervienen todos los acreedores con el deudor para la reestructuración de deuda.

¿Qué implica que una compañía esté en preconcurso de acreedores?

Isaías González, socio del área concursal de Vento Abogados y profesor del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de A Coruña, lo explica en Mercado Abierto

La reforma concursal permitirá ampliar el plazo hasta seis meses

Los plazos cambian. A partir de su entrada en vigor, la duración de preconcurso de 3 meses podrá ser ampliado a seis "si hay indicios de que va a llegar a buen término", explica Isaías González.

En la actualidad, una empresa puede recurrir al preconcurso de acreedores es si se dan algunos de los tres escenarios:

  • Insolvencia económica hasta dos años antes
  • Insolvencia inminente
  • Insolvencia actual

En el caso de los trabajadores lo primero que genera es una situación de inquietud.

"El preconcurso lo que trata de garantizar es la viabilidad de los negocios de la empresa y de su empleo, no de la sociedad, por lo que no debería afectar al trabajador", señala el socio del área concursal de Vento Abogados.

El problema viene cuando el gestor llega tarde, con un bajo flujo de caja y se empiezan a producir los impagos.

A partir de la reforma concursal, los acreedores también tendrán que negociar con los trabajadores e, incluso, podrán votar a favor o en contra del plan de reestructuración.