El Banco Central de la India (RBI) baja los tipos de interés más de lo esperado, en un intento de impulsar su economía, afectada por la desaceleración en China, el frágil crecimiento mundial y una inflación contenida por la caída de los productos básicos.

El gobernador del organismo, Raghuram Rajan, recorta la tasa de referencia en 50 puntos básicos, al 6,75% desde el 7,25%. Se trata de la tasa más baja desde mayo de 2011, un movimiento que ha pillado por sorpresa al mercado. “El debilitamiento de la actividad global desde nuestra última revisión sugiere que los precios de las materias primas se mantendrán contenidos por un tiempo” explica Rajan. Añade que se necesita una mayor demanda doméstica para sustituir el débil crecimiento global y la política monetaria tiene que ser acomodaticia en la medida de lo posible en las actuales condiciones.

Rajan se enfrenta a una creciente presión por parte del primer ministro, Narendra Modi, para reducir uno de los costos de endeudamiento más altos de Asia mientas el crecimiento y los precios del país se desaceleran. El objetivo es mantener la inflación dentro del 6% en enero, el 5% dentro de un año y cerca del 4% en 2018. El RBI no descarta más ajustes de política monetaria.

Los expertos apuntan que el crecimiento de India es bueno en comparación con otros mercados emergentes, especialmente con la desacelerada China. La decisión de Estados Unidos de mantener las tasas de interés cercanas a cero a principios de este mes alivia las preocupaciones sobre salidas de capital. La previsión del RBI es un crecimiento del PIB del 7,4% este año hasta marzo de 2016 y de un 7,8% en el año siguiente.