En el Banco Central Europeo están de despedidas. Jens Weidmann, el gobernador del Bundesbank, el banco de Alemania, da un paso atrás tras 10 años en el cargo por “motivos personales”. ¿Quién es este hombre?

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Jens Weidmann, el halcón convertido en paloma que echa a volar

El gobernador del Bundesbank, el banco central de Alemania, dejará su cargo el próximo 31 de diciembre por "motivos personales"

Tras el ‘whatever it takes” de Mario Draghi, el suyo, fue el nombre que sonó con fuerza en el Banco Central Europeo para sucederle al frente del supervisor.

Jens Weidmann, uno de los primeros (y fieros) ‘halcones’ de Frankfurt que se terminó convirtiendo en una dócil paloma. Luchó con garra por defender lo que creía justo por aquel entonces: la austeridad. Seguía normas de su canciller, Angela Merkel, férrea en la crisis del euro con los países del sur. Weidmann decía por aquellos días que financiar a los gobiernos mediante la impresión de billetes era poco más que excederse en sus competencias y que sobrepasaba su mandato.

Gobernador del mayor banco central de Europa, el Bundesbank, durante la última década, entró en los últimos meses de mandato de Jean Claude Trichet, desarrolló su carrera en el consejo de Gobierno del supervisor junto a Draghi (con quien tuvo sonadas diferencias) y se va con la francesa Chirstine Lagarde habiéndole ganado la partida de damas para dirigir el segundo banco central más importante del mundo.

Lo hace por motivos personales. Todavía no se sabe cuáles. Pero el retiro es más que sorprendente. Dice que es hora de abrir un nuevo capítulo.

11 años después...

Con 42 años asumió el cargo (ahora tiene 53) y se convirtió en el banquero central más joven de Europa y se va, según dice en una carta a sus empleados, satisfecho por haber hecho del Bundesbank, apunta, una de las voces más “audibles” en el Banco Central Europeo.

Famoso por su punto de vista conservador: “no podemos financiar desde Alemania a toda Europa” dijo durante un discurso en los primeros años de la crisis del euro, Weidmann vivió de primera mano el apogeo de la crisis de la deuda soberana en el bloque comunitario.

Hoy, este halcón convertido en paloma, lo decía Lagarde tras la última de sus reuniones esta diferencia cada vez es más estrecha, se va. Pero deja recados a sus “colegas”: no hay que perder de vista los efectos secundarios de programas de compras como el PEPP porque, dice, son un “riesgo” para la estabilidad financiera.