Hasta ahora, John Stumpf era el ejecutivo mejor parado de la crisis. Fue elegido CEO de Wells Fargo en 2007, justo antes de que estallase la crisis financiera mundial que lastró a grandes entidades financieras y provocó la quiebra del gigante Lehman Brothers.



Stumpf dirigió el banco durante esos años turbulentos y lo convirtió en el más valioso del mundo gracias a su carácter conservador y poco amante de los riesgos. Sin embargo, el caso de las cuentas falsas le ha pasado factura y ahora JP Morgan le ha arrebatado a Wells Fargo el título de mayor banco de EEUU en bolsa. Y, por supuesto, la imagen de Stumpf se ha visto lastrada.

Aunque John Stumpf ha estado siempre involucrado en el mundo de las finanzas, pocos saben que su primer trabajo fue en una panadería en Pierz, Minnesota. Pero es meramente anecdótico porque tras finalizar sus estudios se sumergió en el mundo bancario.

Comenzó su andadura en 1982 en el Northwestern Nation Bank, entidad que luego pasaría a llamarse Norwest Corporation. Stumpf ascendió rápidamente y se convirtió en el vicepresidente y director de crédito de la sucursal de Minneapolis. Con el tiempo, asumió el control del banco en Arizona y luego ocupó el cargo de presidente regional en Texas.

En 1998 los caminos de Stumpf y Wells Fargo se encontraron. La compañía de San Francisco se fusionó con Norwest Corporation, que adoptó el nombre de Wells Fargo. En 2007, Stumpf fue elegido CEO de la entidad.

Un año después, Stumpf participó en la compra de su rival Wachovia. Con esta fusión, Wells Fargo duplicó su tamaño y se convirtió en el cuarto banco más grande de EEUU por activos. Fue uno de los mayores logros de Stumpf, que comenzaba su época dorada en la entidad.

Y es que, antes del escándalo, John Stumpf estaba considerado como una de las figuras más poderosas y respetadas del sector bancario estadounidense. De hecho, ocupaba el puesto 14 en la lista Forbes de las personas más influyentes del mundo financiero.

Pero ahora el castillo de naipes se ha derrumbado y aquél que parecía invencible ante la crisis financiera ha sido derrotado por otra crisis: la de un escándalo que ha empañado la confianza en Wells Fargo.