El último jueves del año estaba marcado en rojo en Asia con dos importantes datos macroeconómicos en Japón y también en Corea del Sur. Cifras que han llevado a los índices asiáticos a importantes subidas con excepción de Tokio que ha echado el cierre con una caída del 0,59%.

Sin embargo, las cifras de producción industrial del país son muy positivas y crece mas de lo previsto en noviembre. El aumento ha sido de un 0,6% apoyado en la mayor producción de chips de memoria, equipos utilizados para fabricar semiconductores y maquinaria pesada para la construcción. Los fabricantes encuestados por el Ministerio de Economía esperan que la producción suba un 3,4% en diciembre y retroceda un 4,5% en enero.

Por su parte, la producción industrial surcoreana ha crecido un 0,2% y se recupera de la caída registrada en octubre que fue del 1,5%. La producción de vehículos se ha incrementado un 4,2% gracias a la mejora de la demanda en el mercado interno y en el exterior y también ha avanzado el sector de los semiconductores. En el caso de las ventas minoristas suben un 0,2% en noviembre, tras el retroceso del 2,9% del mes anterior.

Cifras que apuntalan la buena senda de las principales economías de Asia y donde se empiezan a escuchar cada vez más voces para un giro en la política monetaria. Es el caso del Banco de Japón donde varios miembros de su ejecutiva han pedido un debate sobre la elevación de las tasas de interés o la reducción de las compras de fondos cotizados en bolsa en respuesta a la mejora de las perspectivas.

El crecimiento de Japón este año ha excedido las expectativas de algunos economistas, y sus mercados bursátiles se han recuperado debido al aumento de las ganancias corporativas, lo que ha provocado que algunos operadores cuestionen si el BOJ debería controlar su agresiva flexibilización monetaria.