El aumento de la inversión impulsa el crecimiento de Alemania a su mayor ritmo en dos años durante el primer trimestre de 2016, gracias, en parte, al incremento de la construcción por el suave invierno.

La actividad de la construcción sube un 2,3% en el arranque del año, lo que eleva la inversión de capital en un 1,8%, según la Oficia Federal de Estadísticas germana. Por su parte, el consumo privado crece un 0,4%. Estas variables elevan el PIB un 0,7% en tasa desestacionalizada entre enero y marzo. En tasa anual el crecimiento es del 1,3%, cuando se esperaba un avance del 1,6%.

El desempleo en el mínimo histórico apuntala la demanda del consumidor, mientras que las empresas se benefician de una recuperación cíclica en la eurozona gracias a los estímulos del BCE. El Bundesbank confía en que la economía del país pueda conservar su fuerza subyacente, incluso si la expansión se desacelera un poco este trimestre.