La reunión de Sitges estuvo marcada por la ausencia de políticos. Al menos aparentemente. El consejero del Banc Sabadell, David Vegara, acudió en calidad de tal a la reunión anual del Cercle d'Economia. Sin embargo, los flashes al final de la cita se centraban en él, que estuvo paseando entre corrillos de empresarios catalanes para pulsar, una vez más la sensibilidad con el nuevo cambio.

"En el fondo quien sabe si no tenemos en esta reunión al futuro Ministro de Economía", se comentaban entre los pasillos del Meliá Sitges. Y es que los empresarios que acudieron a Sitges no dejaron pasar la oportunidad de hablar con quien estaba ya en la posición de salida para ser el Subgobernador del Banco de España, si no se hubiera presentado la moción de censura por el PSOE. Ese era el pacto, pero ahora nadie se atreve a decir que eso vaya a suceder.

La candidatura del que fuera número 2 de Pedro Soles en el Ministerio de Economía cogió mucha fuerza durante el Cercle d'Economia, hasta tal punto que en los últimos momentos del encuentro se daba por hecho que David Vegara tenía muchas esperanzas en llegar al puesto de ministro de la cartera de Economía y que sería una de las piezas clave en el tablero de ajedrez de Pedro Sánchez para tender puentes con Cataluña.

David Vegara sería visto por los empresarios como un salto cualitativo para las peticiones que se viertan en materia económica desde Barcelona y tendría mucho más que sensibilidad para afrontar las propuestas que pudieran plantearse en los próximos meses. Una de ellas el plan de choque propuesta por el mismo Cercle d'Economia.

Vegara ha vivido toda la vida entre Cataluña, la economía y el Gobierno. Sus cargos en gobiernos de España se remontan a 1993 cuando colaboró con Felipe González en el departamento de Economía del Gabinete de Presidencia. Pero a la vez no ha dejado de tener un pie en Cataluña donde no dudó en regresar tras un paso breve por el FMI.

No hay que olvidar que todavía ocupa el cargo de asesor del Fondo Europeo de Rescate, desde 2012, la entidad jurídica especial aprobada para preservar la estabilidad financiera en Europa a través del ofrecimiento de ayuda financiera a estados de la zona del euro que se hallen en una situación de crisis económica.

De esta manera Pedro Sánchez tendría uno de los pilares del Gobierno con una triple impronta, la europea (daría mucha tranquilidad a Europa saber que la economía está en manos de Vegara), la catalana (sus raíces y trayectoria profesional ayudaría a tender puentes) y la de partido (Vegara ha sido transversal a todos los gobiernos del PSOE y tendría gran aceptación interna).

Aún así, los empresarios catalanes presentes en Sitges consideraban que el ofrecimiento para ser subgobernador del Banco de España hace tan poco tiempo podría haberle inhabilitado si el PSOE finalmente puede ocupar ese puesto tras el pacto con el PP. En ese caso, el nombre que más sonaba era el de un valenciano Jordi Sevilla, quien también es visto con buenos ojos desde Cataluña por su "sensibilidad territorial".