La crisis económica no solo afectó a las carteras de miles de españoles, también al ánimo de muchos y, por su puesto a su consumo y ahorro. La incertidumbre en la economía es inevitable, y con ella el temor a una posible recaída económica, más aún si tenemos en cuenta la situación en la que nos encontramos, en plena guerra comercial y, ahora también, de divisas.

Sin embargo, según el último estudio de El Observatorio Cetelem del pasado mes de julio, los españoles recuperan algo de optimismo y positivismo ante la situación actual. La población puntúa la situación general del país en un 5,76 durante el mes de julio, esta nota supone una subida de 0,36 puntos respecto al mes de julio del 2018 y 0,18 puntos más respecto al mes de junio.

Pese a esta tímida subida, los españoles se muestran prudentes ante el futuro del país aunque con una tendencia moderadamente optimista. El 28,9% de los encuestados cree que la situación mejorará en los próximos 12 meses, respecto a junio supone una subida de 1,7 puntos, pero desde una perspectiva anual, la confianza en esta recuperación cae 5,3 puntos. Por otro lado, cae 2 puntos el porcentaje de encuestados que cree que la situación se mantendrá como ahora, siendo algo más de la mitad del estudio (50,7%). Mientras, los más pesimistas aumentan hasta 20,4%, apenas una subida del 0,3%.

La valoración de la situación personal de la población se mantiene estable en 6,35 puntos respecto a junio, y apenas varía respecto al mes de julio del año pasado (+0,05 puntos). Si comparamos la visión general con la personal la diferencia es de 0,59 puntos.

Ahora, con el verano y las vacaciones, los españoles vigilan menos su ahorro, concretamente el 45,8% de encuestados dice no haber ahorrado durante el mes de julio, una diferencia de 7,3% de encuestados. Con ellos cae también su intención de seguir ahorrando en agosto, solo el 39,3% afirma que lo hará.

Si observamos la intención de compra de la población, el desembolso de los españoles de cara a los tres próximos meses se orientará sobre todo al sector turístico, con un 26,5%, seguido por la tecnología e informática, un 18,1%, el sector textil y deportivo, un 15,7%, la decoración, un 14,6%, y el gasto en smartphones que le sigue muy de cerca con un 14,3%.