Los presupuestos para 2017 abordan su primer trámite parlamentario con el debate este miércoles de las siete enmiendas a la totalidad, presentadas por la mayoría de la oposición parlamentaria. El Ejecutivo superará este trámite gracias al acuerdo alcanzado con el Partido Nacionalista Vasco sobre el Cupo, un acuerdo "financiero y político de alcance", según Pedro Azpiazu, consejero vasco de Hacienda y Economía, quien considera que así se elimina "la incertidumbre financiera que había entre ambos gobiernos" y se resuelve "un problema enquistado". 

En la negociación, ambos Gobiernos trataban de llegar a un acuerdo sobre la liquidación de los Cupos correspondientes a los dos últimos quinquenios, desde 2007 hasta 2016, además de definir la nueva Ley Quinquenal, que según Azpiazu quedará en un "cupo provisional para 2017 de 1.300 millones de euros que, tras descontar los 344 millones de políticas activas de empleo, quedará a pagar en torno a los 956 millones de euros".

El acuerdo permitirá al PNV pagar una menor contribución en el Cupo vasco, y conservar el control de Kutxabank a través de BBK, que debiera ser fundación pero que no tendrá que serlo hasta 2024. Respecto al Cupo, el ejecutivo de Mariano Rajoy quería que el gobierno vasco abonara casi 900 millones de euros más de lo que pagará. Tras el acuerdo, quedan descontados en el pago de ese cupo entre lo que se adeuda y lo que se dejará de abonar en los próximos cinco años. Además, en 2016 también se descontarán 100 millones por la inversión que el gobierno vasco invirtió en la llamada Y GRIEGA. Dinero descontado al pago de unas autopistas que, en teoría, son competencia de cada autonomía.

Un acuerdo favorable al ejecutivo vasco a cambio de su apoyo a unos presupuestos generales del estado para los que el Gobierno de Mariano Rajoy todavía necesita un voto más. Tiene, además de los del Partido Popular, los votos de Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria, y espera sumar al único diputado de Nueva Canaria, aunque es una negociación que todavía se está ultimando.