Renault ha disminuido un 36,6% sus beneficios, obteniendo algo más de 3.300 millones de euros. Una bajada que se explica sobre todo por el bajón de la contribución de su socio Nissan, pero también por Irán, Argentina, Francia y por la crisis de los motores diésel.

Nissan, que en 2017 había contribuido con 2.791 millones de euros a los resultados de Renault, ha pasado a aportar 1.509 millones, debido al hundimiento de los beneficios del grupo japonés, en el que Renault es el primer accionista, con un 43 % del capital.

El resultado de explotación también se ha reducido en 819 millones de euros para quedar en 2.987 millones de euros. En esta caída pesaron, por casi 300 millones de euros, una provisión por el programa que ha puesto en marcha en Francia para dispensar de actividad de fin de carrera a un colectivo de empleados, y por más de 200 millones las consecuencias de la crisis argentina. La facturación del grupo ha caído 2,3% hasta 57.419 millones de euros, y eso pese a las buenas noticias de su filial rusa, Avtovaz, que tuvo un incremento del 11,5% hasta 3.040 millones.

El descenso del volumen de negocios se explica esencialmente por el efecto negativo de la devaluación con respecto al euro en las divisas de los países donde tiene actividad, pero también por el declive del diésel en Europa y por el abandono de su negocio en Irán por las sanciones impuestas a ese país por Estados Unidos. En contrapartida, Renault consiguió elevar el precio medio de los coches que vendió tanto en Europa como en los mercados emergentes.

El margen operativo bajó a 3.612 millones de euros, lo que supuso un margen del 6,3%, tres décimas menos que el año anterior.

La recién estrenada dirección de Renault ha propuesto a la junta el reparto de un dividendo igual al del año pasado, de 3,55 euros por acción, pese al deterioro de los resultados de este ejercicio. Las perspectivas para este 2019 esperan incrementar la cifra de negocios con un margen operativo de en torno al 6% y un flujo de caja operativo positivo en la actividad automovilística.

La sombra de Ghosn sigue atormentando


“No es hora de discutir si voy a asumir  la presidencia de la automotriz japonesa”, ha comentado Jean-Dominique Senard, quien se encuentra en  Japón para mantener una reunión con Nissan. Senard fue nombrado presidente de la automotriz francesa hace tres semanas y también se espera que sea nombrado para el consejo de Nissan. Lo que no está claro es si se convertirá también en presidente de Nissan.

Jean-Dominique Senard se reunirá próximamente con el CEO de Nissan, Hiroto Saikawa, para reafirmar la alianza sacudida por el arresto y derrocamiento del ex presidente Carlos Ghosn. Unas conversaciones que desde Renault esperan que sean "amigables".