El número de empresas innovadoras españolas se ha reducido un 56% desde el inicio de la crisis. Esta es la consecuencia más grave de la reducción en España del 6% en inversión I+D e Innovación entre 2008 y 2014, según recoge el último informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA). Países como Alemania o Estados Unidos han incrementado su gasto en esta partida durante la crisis un 23% y un 12% respectivamente.

El autor del informe, Juan Mulet, ha destacado que las empresas más damnificadas son las que tienen entre 10 y 47 trabajadores, pero las microempresas han logrado salir bien del paso con una reducción de sólo un 4%. Según Mulet, esto último puede ser debido a los jóvenes innovadores ligados a estas empresas.

El sistema público de I+D ha quedado también resentido tras la crisis, y se enfrenta a un problema de relevo generacional, porque no se han incorporado nuevos investigadores durante estos últimos años.

El informe ha advertido de que España debe apostar por el conocimiento como fuente de riqueza e impulsar políticas de innovación dirigidas a reducir los riesgos de las empresas que innovan, porque sólo así será posible un crecimiento económico sostenible.

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