Ni el brexit, ni la posible subida de los precios del petróleo o el paulatino endurecimiento de la política monetaria. Ni mucho menos crisis políticas como la que vive España.

Europa sigue creciendo y lo hace aunque el contexto político cambia. La Eurozona vive su mayor expansión económica en una década y crecerá un 2,2% este año. Las previsiones de Otoño son sustancialmente mejores que en primavera.

Bruselas mejora en en cinco décimas sus expectativas para la Eurozona y todo el conjunto de la UE también crecerá más de lo esperado: 4 décimas más para crecer por encima del 2%.

Este es el análisis general de la Comisión en las Previsiones de Otoño, también más optimista para el próximo año. El Comisario de Economía, Pierre Moscovici, celebra que tras cinco años de recuperación modesta, el crecimiento europeo ahora se está acelerando. Y se ven noticias positivas en muchos frentes, desde la creación de empleo hasta el repunte de la inversión. Además, las finanzas públicas están controladas.

Bruselas, eso sí, reconoce que es necesario asegurar esta recuperación. Porque en el planeta los bancos centrales están empezando a subir sus tipos de interés mientras el BCE mantiene su política monetaria muy laxa. Es posible que las condiciones financieras globales se endurezcan, dice la Comisión.

Es un desafío internacional, como también lo son los riesgos geopolíticos. Aun así, el viejo continente tiene vientos de cola como el galo. El PIB de Francia se ha acelerado a lo largo de 2017 y cerrará el año con una expansión del 1,6%.