¿Qué tienen en común la nueva 'fiebre del oro' y la tercera temporada de La Casa de Papel?

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Hay una nueva fiebre del oro: no es la de encontrar pepitas de este metal precioso en el suelo, sino la de los bancos centrales y su afán por comprar más y más oro. Oro que los bancos centrales -como vemos en la tercera temporada de La Casa De Papel- se encargan de guardar como ‘oro en paño’, y nunca mejor dicho… aunque eso de robarlo ya es otra historia.

Es cierto que el Banco de España guarda oro. Según datos de septiembre de 2019 del Consejo Mundial del Oro, España guarda 281 toneladas de oro y lo hace al más puro estilo Tío Gilito, en una cámara acorazada a unos 7 pisos bajo tierra.

Y aunque tener 281.000 kilos en oro parece mucho, hace catorce años el Banco de España tenía casi el doble: 523.000 kilos de oro. En 2005 la institución decidió que salía mucho más rentable vender el oro que mantenerlo porque pensaban que al no servir para compensar pagos entre países ni para intervenir en los tipos de cambio, tener oro ahí parado no tenía demasiado sentido.

Con esa operación de venta de casi 242 toneladas de oro a lo largo de casi tres años se calcula que el Banco se embolsó 2.500 millones de euros. En esos tres años el precio del oro osciló entre los 400 y los 800 dólares la onza. Aunque si Pedro Solbes hubiera sabido que algo más de una década después el precio del oro iba a casi triplicarse, quizá el entonces ministro de Economía hubiera hecho algo diferente…

A raíz de esa venta masiva, que no fue un movimiento ‘made in Spain’ sino que se dio en todo el mundo, España ahora está fuera del top 20 de países con más reservas de oro en el mundo con el vigésimo primer puesto. A la cabeza está Estados Unidos. El Departamento del Tesoro tiene 8.133 toneladas de oro distribuidas en hasta cuatro localizaciones diferentes.

Y va a ser difícil que le quiten esa medalla de oro a Estados Unidos teniendo en cuenta que ni sumando todas las reservas de las tres instituciones que le siguen en este ranking superan a las del país americano.

Un caso curioso es el del puesto número dos, Alemania, con 3.366 toneladas de oro. Con la segunda guerra mundial el país se quedó prácticamente sin reservas y en cuestión de algo más de medio siglo ha ido escalando posiciones hasta pisar los talones a Estados Unidos.

El bronce, por otro lado, no se lo lleva un país sino el Fondo Monetario Internacional con 2.814 toneladas. Esta institución guarda oro desde su fundación en 1944 porque precisamente esa era una de las maneras en que los países podían hacerse socios era pagando en oro.

Con todo, ahora mismo los bancos centrales de todo el mundo tienen más de 33 millones de kilos de oro. Y teniendo en cuenta lo que vale una onza hoy, podríamos estar hablando de que los bancos centrales tienen la friolera de 16.140 billones de dólares en este metal precioso, una reserva de valor esencial para los tiempos de desaceleración y recesión que podrían estar a la vuelta de la esquina.