La desbocada situación de los precios del gas y la electricidad, in crescendo por una inflación exacerbada y la falta de materias primas, ha llevado al país galo a presentar un proyecto de ley sobre “poder adquisitivo” que incluye un apartado de soberanía energética.

¿Qué quiere decir esto? Que Francia podrá explotar las infraestructuras de gas del país a su antojo de una manera no vista hasta ahora.

Escucha el análisis completo a continuación:

¿Se dirige España también hacia una economía de guerra como Francia?

¿Cuáles son los factores para fijar una economía de guerra? Francia es el primer país exento al conflicto en Ucrania que se atreve a declarar la economía de guerra en materia energética

Los precios del gas son seis veces más altos que en 2019

Algunos de los aspectos contemplados en este texto de ley son el almacenamiento forzoso o la reapertura de centrales de carbón, como la de Emile-Huchet, cerrada el pasado mes de marzo.

Pero atención con la dependencia de esta materia prima -el carbón-. Recordemos que la UE dio de plazo hasta la segunda semana de agosto para importar carbón desde Rusia.

Suma y sigue, porque la Agencia Internacional de Energía pronostica que los precios del gas se tripliquen en 2025 en relación a 2019 y este año los sextuplicarán. Aunque, también, ha revisado a la baja sus previsiones sobre la demanda mundial de gas hasta 2025 a causa de unos precios récord desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.

Ya lo señalaba al inicio de semana la Ministra de Asuntos Económicos y Vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño: Habrá que prepararse para una inflación duradera.

España saldría mejor parada que Alemania o Francia

¿Tiene motivos suficientes España como para declarar una economía de guerra? ¿Podríamos llegar a esa situación? Según la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, la situación de España es diferente y considerablemente mejor que la de su país vecino.

El economista Miguel Córdoba también ve poco probable este escenario.

"Estamos mejor que en Europa, aunque a medio plazo habría que fijar un acuerdo parlamentario con la energía nuclear para tener un contrapeso en el caso de que tengamos algún problema con las renovables".

Mientras tanto, Alemania depende todavía en más de un tercio de su suministro de gas de Rusia y le preocupa y mucho que una vez que el Nord Stream se paralice deje de funcionar para siempre.

El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, señalaba hace unos días en la cadena ZDF que la reducción del suministro de gas de Rusia es sin duda un "ataque económico contra Alemania”.

¿Cuáles son los factores para fijar una economía de guerra?

El objetivo principal es distribuir de la mejor manera posible los recursos de un país para alcanzar la victoria militar en caso de guerra, por lo que uno de los principales detonantes para activar una estrategia económica de este calado es el nivel de implicación.

No es lo mismo estar localizado en el lugar de conflicto que no estarlo. Pero, sobre todo, se deja ver en el mayor gasto público en defensa, algo de lo que hemos escuchado hablar mucho en los últimos días por parte de varios países.

Entre ellos, España, que se ha comprometido con la OTAN a incrementar su presupuesto en Defensa hasta que represente el 2% del PIB en 2029.

Otra de las herramientas más populares es un aumento considerable del intervencionismo del Gobierno, cambios en las formas de financiación o la adaptación de las industrias de un país a las necesidades de la nación.