Nuevas sanciones recién salidas del horno. Es la respuesta de Donald Trump al impacto de Irán contra el dron estadounidense que sobrevolaba el estrecho de Ormuz el pasado 20 de junio y un nuevo intento por poner punto final al programa nuclear del país. "Seguiremos aumentando la presión sobre Teherán hasta que el régimen abandone sus actividades peligrosas, incluidas sus ambiciones nucleares", ha declarado en el Despacho Oval.

Las nuevas sanciones afectarán al líder supremo de la República Islámica, Ayatollah Ali Khamenei, ya que le privarán de acceso a recursos financieros clave. "El líder supremo es, en última instancia, el responsable de la conducta hostil del régimen", ha señalado Trump.

El movimiento supone una escalada en las tensiones entre ambos países, tensiones que no hacen más que aumentar desde EEUU salió del acuerdo nuclear multilateral de Irán que se había negociado durante la administración de Obama. Algunas de las sanciones que se habían levantado bajo ese acuerdo volvieron a aplicarse tras la retirada de EEUU.

Los ataques contra dos petroleros cerca del Estrecho de Ormuz han renovado las discusiones. EEUU señala a Irán como culpable, mientras que Teherán niega la autoría. El jueves pasado, un misil iraní derribó un dron de vigilancia estadounidense que, según la Administración Trump, estaba en espacio aéreo internacional.