La economía de China se enfrenta a presiones a la baja, pero sigue dentro de un rango adecuado. Es el mensaje que ha dejado el presidente del gigante asiático Xi Jinping, en una entrevista con The Wall Street Journal. Durante su primera visita oficial a Estados Unidos, ha defendido su administración económica y se ha comprometido a realizar más reformas, a pesar de la desaceleración del crecimiento y las fluctuaciones del mercado.

Xi Jinping explica que la intervención del gobierno durante el verano era necesaria para “calmar los riesgos sistémicos”. El rescate, dice, era similar a los actos realizados por los gobiernos en “algunos mercados maduros” e insta a los inversores extranjeros a mirar a largo plazo.

El desarrollo de los mercados de capital es un objetivo clave de la reforma en China, que no será modificado sólo por la volatilidad del mercado. Xi asegura que van a continuar las reformas del tipo de cambio y no hay una base para la depreciación sostenida del yuan. Su objetivo es que la divisa china sea convertible en la cuenta de capital de una “manera constante y ordenada”. El presidente trata de calmar así los temores de más choques en la economía del país, tras la devaluación sorpresa del yuan el mes pasado y el desplome bursátil.

Por otro lado, Xi añade en la entrevista que su país mejorará el acceso a sus mercados para las empresas extranjeras y protegerá sus derechos e intereses legítimos. El presidente de China se reúne hoy en Seattle con 15 de los principales ejecutivos de empresas tecnológicas. Se espera que traten la llegada de compañías chinas del sector al país. Algunas fuentes apuntan que busca apoyo ante unas posibles sanciones norteamericanas en caso de ciberataques.

La Asesora de Seguridad de la Casa Blanca, Susan Rice, reconoce que es una fuente de preocupación: “En sus reuniones con el Presidente Xi, el presidente Obama ha repetido que el estado debe dejar de patrocinar el cyber espionaje económico. Esto no es una preocupación leve, es una preocupación de seguridad económica y nacional para los Estados Unidos. Pone una enorme presión sobre nuestra relación bilateral, y es un factor crítico para determinar la trayectoria futura de las relaciones China y Estados Unidos.” Por su parte, el presidente chino asegura que su país no se involucra en el robo de secretos comerciales ni apoya a las empresas chinas que lo llevan a cabo y añade: “China y Estados Unidos comparten preocupaciones comunes sobre la seguridad cibernética”.

Esta tarde dará una conferencia en Seattle y mañana Xi Jinping visitará la fábrica de Boeing. Además, está previsto que cene con el fundador de Microsoft, Bill Gates, antes de reunirse el jueves en la Casa Blanca con Barack Obama.