En el mundo financiero cada palabra es dinero. Las cotizadas no hacen nada porque sí. El ejemplo más reciente es el de ENCE, que ya lleva una subida acumulada de más de un 13% en dos días desde que ayer anunciara que ya había cerrado la venta de toda su producción de celulosa en 2020. Esto es que por cada palabra de esa nota de prensa ENCE ha ganado en bolsa 500.000 euros.

Pero ENCE no es el único ejemplo. ¿Por qué Telefónica dejó de publicar su EBITDA? ¿Por qué los bancos cada vez utilizan más el ROTE que el ROE?

Te lo explicamos todo en este podcast de Expediente Abierto.

Así te manipulan las empresas: una palabra suya vale miles de euros en bolsa

La selección minuciosa de Deoleo, Telefónica y los bancos

Si una palabra vale 500.000 euros en bolsa no es de extrañar que las cotizadas, más que manipular, midan minuciosamente cada palabra que lanzan al mercado. Porque aunque viene siendo habitual que ENCE cierre la venta de toda su producción de celulosa a principios de año no siempre opta por contárselo al mercado.

Sin ir más lejos, el año pasado. En enero ENCE ya venía muy animada en bolsa. ¡Acababa de ser admitida en el selecto club de los 35 del Ibex! Insistirle al mercado con que se acababa de asegurar unas ventas para todo el año no era necesario.

Deoleo

Otro gran ejemplo de actualidad es Deoleo, este viernes se ha llegado a disparar por encima del 13% por desvelarle al mercado que sus accionistas apoyan su plan de rescate de la compañía.

Sin ese plan Deoleo se iba directa a la quiebra por la elevada deuda que tenía. Pero, ¿le dieron tanta importancia a la deuda en sus últimos resultados?

La palabra “deuda” se menciona justo al final del todo del apartado de ‘hechos destacados’. De hecho, en las 280 palabras de ese apartado, no se menciona la deuda hasta la palabra 276.

Captura de los últimos resultados de Deoleo

Telefónica

Hay compañías que directamente esconden lo que no quieren que ustedes vean. Uno de los ejemplos es Telefónica. En sus resultados trimestrales no hay ni rastro del EBITDA.

En su lugar dan el OIBDA, que es lo mismo solo que el OIBDA no incluye los resultados de aquellas actividades que no son operativas, como los resultados financieros. Curiosamente, los resultados financieros en Telefónica están en números rojos en los últimos resultados.

Es decir, que de incluirlos en el EBITDA este sería más bajo. Y el EBITDA se suele comparar con la deuda en el ratio deuda/ebitda para entender el apalancamiento de una empresa.

Telefónica es una de las empresas más endeudadas de la bolsa española, y si la variable con la que enfrentas la deuda es aún más baja, te sale un ratio deuda/ebitda aún más alto.

Captura de los últimos resultados de Telefónica

Bancos

Algo similar hemos visto en los últimos años en los bancos. Han ido dejando a un lado una de las formas de medir el retorno de la inversión en una empresa, el ROE, y la han sustituido por el ROTE.

El ROE divide el beneficio neto de una compañía sobre el capital total pero el ROTE solo sobre el capital tangible. El capital tangible siempre será un número menor que el capital, por tanto, la ratio del ROTE siempre será superior que la del ROE. Así los bancos se aseguran parecer más rentables para los accionistas, más bonitos. Como ven, todo tiene un porqué.

El sobresaliente y el aprobado raspado

En la vida y en la bolsa a veces se aprueba con nota y otras no. Quien aprobó y con sobresaliente fue MásMóvil cuando en octubre decidió subirse al carro de la que se cree que va a ser la próxima revolución y anunció un acuerdo de 5G con Orange. Ese día se disparó un 21% y solo en esas ocho horas de cotización ganó 521 millones en bolsa.

Menos brillante es el aprobado raspado del plan estratégico que muchos calificaron como “revolucionario” que anunció José María Álvarez Pallete, el presidente de Telefónica, al cierre del mercado el 28 de noviembre de 2019. El 29 de noviembre la acción subió apenas un 1%, un movimiento que entra dentro del rango diario normal para Telefónica.