El Corte Inglés ha cerrado el ejercicio 2020 con un EBITDA o beneficio bruto de 142 millones de euros, lo que representa una caída del 88% frente a los 1.097 millones del año anterior.

La facturación ha registrado una caída menos brusca, del 31% hasta los 10.432 millones de euros. Según la compañía, este resultado obedece principalmente al cese de gran parte de su actividad durante el confinamiento y los posteriores cierres sucedidos en las comunidades autónomas, así como a la ausencia total de turismo, tanto nacional como internacional.

En cuanto al resultado neto, El Corte Inglés ha tenido una pérdida neta de 2.945 millones de euros. Gran parte de esos números rojos se explican por la provisión de 2.500 millones que ha realizado el grupo "de acuerdo con las medidas de prudencia contables".

La empresa asegura que estas provisiones "se han destinado a cubrir deterioros de inmovilizado, existencias y créditos fiscales". "La mayor parte de estas provisiones derivan de una actualización de activos como consecuencia de la transformación hacia un modelo de negocio más digital", reconoce.

Sin embargo, sin contar estas provisiones El Corte Inglés registra unas pérdidas de 445 millones para el ejercicio 2020.

Respecto a la estrategia digital de la compañía, esta explica que en el último año ha "acelerado la transformación de su modelo de negocio hacia un sistema más alineado con la digitalización y la omnicanalidad, la diversificación y la sostenibilidad".