El ex presidente de Nissan y Renault, Carlos Ghosn, ha sido detenido en Tokio. Las autoridades japonesas lo acusan ahora de supuesta apropiación de fondos de la compañía para su beneficio personal. El nuevo arresto de Ghosn, el cuarto en menos de cinco meses, se da un día después de que el ex presidente automovilístico anunciara en Twitter una rueda de prensa “para contar la verdad sobre lo que está ocurriendo".


La cadena de televisión, NHK, ha informado que el arresto se debe a los pagos irregulares a una distribuidora en Omán. Esta semana, Renault ya entregó esta información a la fiscalía. La investigación de la compañía francesa revelaba pagos de varios millones de euros descritos como “incentivos para los concesionarios” a un distribuidor omaní desde 2011 y durante cinco años aproximadamente. Parte de estos fondos, fueron destinados a la compra de un yate y a tapar deudas personales de Ghosn.

La fiscalía podría levantar una causa judicial por abuso agravado de confianza, que se añadiría a las tres acusaciones formales que ya tiene: dos por haber ocultado a las autoridades bursátiles 74 millones de euros durante ocho años y otra por utilizar Nissan para cubrir 14,5 millones de pérdidas financieras personales durante 2008.

En un comunicado distribuido por sus abogados Ghosn ha calificado el arresto de "indignante y arbitrario". Además, ha reiterado su inocencia tachando este nuevo episodio como "otro intento por parte de algunos individuos de Nissan para silenciarme y confundir a los fiscales".