"No creo que la publicidad pueda alterar la democracia", afirma Antonio Camuñas, presidente de Global Strategies, a raíz del caso Facebook.

En las últimas semanas, la red social ha estado en el punto de mira por el robo de datos que utilizó la campaña de Trump para orientar el voto. Los medios de comunicación han calificado este hecho como fake news (noticias falsas) pero, para Camuñas, "lo que se trata como fake news no es más que unos resultados que salen al revés de lo que esperaba el establishment". ¿No serían los medios quienes suministraban las noticias falsas al dar informaciones durante la campaña que no se correspondían con la realidad?



Pero Trump no es el primero que utiliza la red social en su campaña. Poco se habla de que Barack Obama hizo lo mismo en su campaña de reelección en 2012: "Se les calificó de genios, lograron destronar a la candidata inexpugnable que era Hillary Clinton", señala.

Para Camuñas, el verdadero problema con Facebook no son los miles de millones de datos que pueda tener de sus usuarios, sino el impacto que ha causado en los medios convencionales, como la prensa escrita o la televisión. Un poder que impone a plataformas como la red social de Zuckerberg "la tarea de silenciar a quienes puedan amenazar el establishment", escribe Antonio Camuñas en un artículo sobre este tema.