"Ha sido una gestión nefasta, no te puedes llevar esta pasta". Así de contundente se mostraba el representante de Amber Capital (accionista de la compañía) durante la Junta de Accionistas que ha celebrado hoy Prisa.

El grupo ha hecho un importante esfuerzo en la reducción de la deuda (que ha rebajado en 3.435 millones), incluso vendiendo activos por valor de 2.743 millones de euros, pero lo cierto es que la sensación es la de que el grupo no termina de cerrar las heridas, y que la gestión que les ha traído hasta aquí se va, además, con un premio. Así lo ven muchos de los accionistas, que no entienden que Juan Luis Cebrián se pueda llevar más de 6 millones de euros al abandonar la presidencia del grupo el próximo día 31 de diciembre.

Será sustituido por Manuel de Polanco, hijo de Jesús de Polanco, uno de los fundadores del grupo. En todo caso, de Polanco será un presidente sin unas verdaderas funciones ejecutivas en el grupo, toda vez que se mantendrá en su cargo el recién nombrado consejero delegado de Prisa, Manuel Mirat. Cebrián, que fue el primer director de El País, desde su fundación en 1976, ha sido, durante 30 años el consejero delegado del grupo y durante los últimos cinco años su presidente.

Ahora el grupo pretende continuar con el rumbo de reducción de deuda, pero lo cierto es que la numerosa venta de activos a la que ha tenido que hacer frente Prisa le ha costado un buen pellizco en bolsa, cayendo desde el nivel de los 14 euros hasta los actuales 2,53 euros por título. Una caída que castiga la gestión y también la pérdida de valor. Llega un nuevo presidente, pero el rumbo, por el momento, no parece que vaya a ser diferente.