La Guerra Comercial que tanto dio que hablar en 2019 había quedado aparcada por la irrupción inesperada del SARS-CoV-2. Sin embargo, las tensiones nunca habían desaparecido. El campo de batalla de la tecnología fue sustituido por el sanitario y, en este caso, con la OMS de por medio. Ahora la pelota vuelve a la tecnología con Huawei en la diana y el perjudicado: Taiwan. Un triángulo de tensión con Trump y los chips TSMC de por medio.

Este fin de semana, Donald Trump anunció nuevas restricciones que vuelven a mirar directamente a Huawei. El cambio de regulación del Departamento de Comercio de EEUU requiere que los fabricantes extranjeros de semiconductores que utilicen equipos y componentes estadounidenses obtengan una licencia para poder vender sus chips a Huawei. Un importante matiz, ya que, hasta ahora, esta regla solo se aplicaba a las compañías con sede en EEUU.

“Esta decisión ha sido arbitraria y perniciosa, y amenaza con socavar a toda la industria a nivel global. Este nuevo reglamento afectará a la expansión, el mantenimiento y la operativa de redes por valor de cientos de miles de millones de dólares que hemos implementado en más de 170 países.

También afectará a los servicios de comunicaciones para los más de 3.000 millones de personas que usan productos y servicios de Huawei en todo el mundo”, explica la compañía China en un comunicado.

Huawei es la gran afectada, pero el golpe también se lo lleva una taiwanesa: TSMC. “Esta decisión del gobierno de Estados Unidos no solo afecta a Huawei. Tendrá un grave impacto en una gran cantidad de industrias mundiales”, detalla Huawei.

Esta compañía es la mayor fabricante de chips del mundo y vende a gigantes como Apple, Qualcomm, NVIDIA o Huawei. La nueva normativa dictada por Trump prohíbe que negocie con el gigante chino de telecomunicaciones, según Asian Nikkei.

Tras el fin de semana, la reina de los chips, TSMC, se desplomó en el mercado bursátil. TSMC no ha confirmado ni desmentido la información de Nikkei, sino que ha dicho que "no revelan los detalles de los pedidos de los clientes" y que "TSMC siempre ha cumplido con las leyes y regulaciones aplicables".

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Taiwán es un aliado histórico de Estados Unidos y está en conflicto abierto con China, por las reclamaciones constantes de soberanía de Pekín sobre la isla.

En septiembre de 2019 y en pleno auge de la guerra comercial, un informe de Naciones Unidas calculó que el conflicto arancelario ocasionó a China pérdidas de 35.000 millones de dólares en exportaciones a la nación norteamericana, lo que diversificó el comercio exterior estadounidense, aumentando en 4.200 millones de dólares las exportaciones taiwanesas hacia el gigante norteamericano.

Precisamente, el sector más beneficiado por la subida de las exportaciones fue el de maquinaria de oficina y equipamientos de comunicaciones.

Chips made in USA

Mientras en Washington se daba el golpe de gracia, TSMC anunciaba que invertirá 12.000 millones de dólares en la creación de una fábrica de chips en Arizona, creando 1.600 puestos de trabajo para producir parte de sus chips de 5 nanómetros.

Estos chips de 5 nanómetros serán los protagonistas absolutos entre 2021 y 2022, no solo para Apple, sino también para otros como AMD con su arquitectura Zen 4, Intel o NVIDIA.

La construcción de la fábrica en los Estados Unidos está prevista para 2021, con el inicio de la producción a partir de 2024.

SMIC, el cuarto en discordia

Recientemente, Reuters apuntaba a que Huawei tenía en mente repatriar la producción, al menos en parte, de producciónn de chips.

"Incluso si Estados Unidos toma tales medidas, aún podríamos comprar chips de Samsung en Corea del Sur, MediaTek en Taiwán y Spreadtrum en China continental. Esta es una práctica común de la industria [...] Incluso si no podemos hacer estos chips nosotros mismos, creo que muchas compañías de chips en China crecerán, y luego podríamos hacer nuestros productos usando chips de estas compañías, así como los de Corea del Sur, Japón, Taiwán y Europa", aseguraba un portavoz de Huawei el pasado mes de abril.

Ahora el agraciado es Semiconductor Manufacturing International Corp (SMIC), con sede en Shangái (China). Huawei ha comenzado a producir sus primeros procesadores con su compatriota, los nuevos Kirin 710A con arquitectura de procesos de 14 nanómetros.

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Ahora, Huawei se enfrenta a un pequeño hándicap al cambiar de proveedor con SMIC y es que la fabricante de procesadores china no dispone de arquitecturas de 5 y 7 nanómetros como las presentes en los chips más modernos.