La compra de Tiffany por parte del grupo LVMH sigue en el aire. Ahora la compañía francesa ha decidido cancelar la adquisición según dicen, por una petición del propio gobierno de Francia. Sin embargo, la joyería de lujo no se ha quedado de brazos cruzados y ha decidido presentar una demanda en Estados Unidos contra el grupo francés.

La guerra comercial se mete en la compra de Tiffany por parte de LVMH

No solo a Huawei y a Tik Tok les ha tocado sufrir la guerra comercial de primera mano, ahora es el turno de una estadounidense y no es otra que la famosa joyería Tiffany. Según ha informado Louis Vuitton, el Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores le ha pedido a la empresa que cancele la compra como una respuesta a la amenaza de aranceles por parte de Estados Unidos.

La intención del Ejecutivo francés, según la carta, es "tomar medidas para disuadir a las autoridades estadounidenses de poner en marcha los aranceles" y retrasar la compra hasta por lo menos el 6 de enero de 2021.

Tras analizar esta situación, Louis Vuitton ha dicho que ha decidido acogerse a los términos del acuerdo de fusión de noviembre de 2019 que indican una fecha límite para el cierre de la transacción que finaliza el 24 de diciembre de 2020.

La adquisición valorada en 16.200 millones de dólares ha sufrido una serie de retrasos desde que se anunció a finales de 2019. La propia Tiffany solicitó en agosto extender el plazo de vencimiento de la compra hasta finales de noviembre. Y ahora ha presentado una nueva solicitud de ampliar el plazo hasta el 31 de diciembre.

La respuesta de Tiffany

Ahora Tiffany ha presentado una demanda ante la Justicia estadounidense para obligar a la firma francesa a completar la adquisición. La compañía rechaza los argumentos que ha dado Louis Vuitton para retirar el acuerdo de compra ya que señalan que la ley francesa no respalda que un gobierno ordene a una empresa romper un contrato legal.

El sector del lujo ha sido uno de los más golpeados durante la pandemia. Las ventas de Tiffany cayeron un 44%, una cifra bastante preocupante para el grupo LVMH que ahora se pregunta si no habrá pagado demasiado por la compañía estadounidense. Tal vez, la orden del gobierno francés sea solo una excusa para abandonar el acuerdo.