La mayor energética española, Iberdrola, mantiene su expansión en el mercado en plena vorágine de cambios hacia la transición climática y por la defensa del planeta.

En 2021, la firma que preside Ignacio Sánchez Galán, cierra el ejercicio con tres nuevas adjudicaciones en Brasil, Australia y Estados Unidos en un nuevo impulso por mantener el acelerador sobre la "descarbonización" del La Tierra.

Tras dos ejercicios marcados por la pandemia de la COVID-19, Iberdrola mira al 2022 con ambición y optimismo por seguir desarrollando su marca a través de numerosas filiales con las que opera en los diferentes mercados.

A través de su filial Neoenergia, en Brasil, la eléctrica vasca ha sido elegida por la Agência Nacional de Energia Elétrica (ANEEL) para construir una subestación de 500.000 voltios en el Estado de Minas Gerais (Brasil), con una inversión estimada de 103 millones de euros.

Una inyección de capital que, según la firma, "supone un aumento significativo en la generación de ingresos y amplía el área de actuación de la empresa de forma estratégica en la región sudeste" con la que se crearán 1.700 puestos de trabajo directos y "numerosos" indirectos.

Además, el pasado viernes se hizo pública su adquisición de Autonomous Energy, una de las compañías líderes en Smart Solutions en Australia. Con la operación, Iberdrola se incorpora a una cartera de más de 100 proyectos vivos en nuestras antípodas, en la principal economía del continente oceánico y que supone la 28ª transacción de la firma desde marzo de 2020, cuando estalló la pandemia del Sars-CoV-2.

Foco en EE.UU.

Así las cosas, el principal proyecto, en víspera de la Navidad, ha sido la adjudicación a la eléctrica vasca del suministro de la energía eléctrica en un parque eólico marino en Massachusetts con una inversión de 4.000 millones de dólares junto a la adjudicación del suministro para las próximas décadas.

El parque contará con una capacidad de 1.232 megavatios (MW), creará 11.000 puestos de trabajo y abastecerá a 750.000 hogares, de acuerdo con los cálculos de la compañía española que se ha hecho con el proyecto a través de la filial, Avangrid.