La compañía danesa de 'streaming' Spotify está más cerca de su salida a bolsa, aunque su aterrizaje en el mercado será algo diferente a las colocaciones a las que estamos acostumbrados. "Spotify se la va a jugar, se lanzará a la piscina", asegura Javier Urones, analista de XTB. "Es un camino que lo suelen llevar a cabo empresas de baja capitalización en EEUU. No emite nuevas acciones ni va de la mano de banca de inversión, que busca precio a esas acciones y las va colocando entre distintos inversores". Así, sale sin un precio definido, y comenzará a cotizar directamente, aunque coloca una pequeña parte. Será el mercado el que fije el precio. "La idea de la empresa es dar liquidez a los inversores privados", asegura Urones.

Entre los principales inversores de la compañía encontramos a una de las principales discográficas del mundo: Sony. Así se recoge en el documento que ha enviado ya a la SEC (el regulador del mercado estadounidense). La compañía tiene un 5,8% de Spotify. No es una novedad, ya que varios medios de comunicación habían apuntado ya a que Sony era la discográfica con mayor participación en el servicio de streaming. Aunque en el documento a la SEC no se ha especificado, los medios del sector han desvelado en el pasado que la otras tres grandes discográficas tiene también participaciones en Spotify, aunque menores al 5%.

Advertencia

Pero en el documento legal de Spotify ante el regulador llama la atención la advertencia que lanzar la compañía danesa. Y tiene que ver con los controles internos que realizan de los pagos de royalties a los artistas. Es el principal gasto de la compañía, que asegura que desde su fundación en 2008 ha pagado un total de 8.000 millones de euros en royalties.

La empresa detalla que "en el pasado han identificado varias debilidades en sus controles internos relacionados con los pagos de royalties". De esta manera, asegura que podría pagar de más o de menos a los sellos discográficos, las editoriales musicales y los propietarios de los derechos de las canciones. En caso de pagar menos, podrían recibir demandas, y si pagan de más, la reclamación de las cantidades resultaría complicada.