2016 no comienza bien para las compañías petroleras. Royal Dutch Shell, que además va a completar la operación más grande de la industria del sector en una década, registra una caída del beneficio del 44% en el cuarto trimestre del año. Los precios del petróleo mantienen la tendencia y, a pesar de los tímidos intentos de recuperación, siguen en mínimos.

La compañía anglo-holandesa obtiene con estos precios el menor beneficio en trece años. Las ganancias, ajustadas por extraordinarios y cambios de inventario, caen a 1.800 millones de dólares. Coincide con las estimaciones del mercado y, sin embargo, el año anterior ganó 3.300 millones de dólares.

En el conjunto del año los ingresos caen un 87%, a 1.940 millones, en línea con las previsiones. Además, en 2015 la petrolera vende activos por valor superior a los 5.000 millones.

El colapso en los precios de esta materia prima pone contra las cuerdas a las compañías del sector -desde Exxon Mobil a BP- dejándolas en un equilibrio complicado entre el crecimiento, la inversión y el pago a los accionistas.

Con este contexto, la petrolera más grande de Europa apuesta por BG Group, una adquisición de unos 50.000 millones, para ayudar a mantener los dividendos y aumentar la producción de petróleo y gas, mientras el flujo de caja continúa reduciéndose. BG tiene yacimientos de petróleo en Brasil y activos de gas natural de Australia a Kazajistán y los accionistas de Shell han dado su visto bueno a la compra a pesar de la caída de los precios superior al 40% desde que se anunció el acuerdo.

Otra compañía que profundiza los recortes en las inversiones para mantener dividendos es Statoil. La mayor petrolera de Noruega planea reducir los gastos de capital a 13.000 millones este año, según su informe del cuarto trimestre. La compañía propone mantener su dividendo en 22 centavos de dólar en el periodo, mientras introduce un programa de dos años con remuneración en acciones.

El resultado neto ajustado, excluidos los elementos financieros, cae a 1.600 millones de coronas (187 millones de dólares) desde las 4.300 del año anterior.

Tanto Statoil como sus competidoras, Shell y Total, han reducido ya el gasto en un intento de compensar el desplome del 70% en los precios de la materia prima desde junio de 2014. La compañía noruega es responsable de más del 70% de la producción de gas y petróleo del país, y ya la ha reducido a 2.046 millones de barriles por día en el cuarto trimestre desde los 2.103 millones del año anterior.