Los robots avanzan en su conquista del mercado laboral. Pero su impacto se notará más en ciertos sectores. En EEUU, la Inteligencia Artificial afectará sobre todo a los puestos de trabajo menos cualificados y con salarios más bajos.

Los estados del Medio Oeste estadounidense, los que más automatización han registrado en las últimas décadas, estarán bajo mayor presión con el avance de la Inteligencia Artificial, que está cambiando los puestos de trabajo. En esos estados se perderán más empleos. Son datos de un informe publicado por Brookings Institution.

El informe destaca cómo la tecnología se está expandiendo más rápido en los trabajos de salarios medios o bajos como los de la construcción, conducción de camiones, trabajo de oficina o servicios de preparación de comida.

Pero el impacto será más intenso estados con un fuerte sector manufacturero, como Wisconsin, Iowa y Ohio, que de hecho jugaron un papel importante en la elección de Donald Trump como presidente de EEUU. Precisamente, en esos estados encontramos el mayor porcentaje de alto riesgo de pérdida de trabajo en los próximos años, un 27%. Mientras, en estados generalmente más demócratas como Nueva York o Maryland, ese porcentaje es de en torno al 20%.

El estudio hace referencia también a datos del Instituto Global McKinsey, que han analizado 800 ocupaciones y la proporción que podría resultar más automatizada en 2030 usando la tecnología habitual.

Mientras algunas industrias ya automatizadas, como la manufacturera, seguirán necesitando menos fuerza de trabajo humana para ciertos niveles de producción, el avance de las nuevas tecnologías aumentará la presión en otros empleos, debido la mayor presencia esperada de vehículos autónomos o de herramientas inteligente que cambiarán cómo los camareros o los carpinteros hacen su trabajo.

Algo que ayudará a elevar la productividad y, a la larga, apunta el informe, será bueno para la economía, porque que se crearán productos más baratos, se elevará la demanda y, al final, se generarán más empleos.