PharmaMar cumple un año en el IBEX 35. Entró en el selectivo un 21 de septiembre de 2020 para sustituir a ENCE y lejos de haber “despegado” y rentabilizado su entrada en la cumbre del mercado nacional, en los últimos 365 días ha perdido casi un 25% de su valor y tocado mínimos históricos del títulos por debajo de los 70 euros.

Claroscuros en una firma que se prometía los cielos ¿hacia dónde avanza? ¿qué podemos esperar de la biotecnológica a partir de ahora?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

PharmaMar, un año en el IBEX35 y 400 millones menos después

Entró en el selectivo un 21 de septiembre de 2020 para sustituir a ENCE y lejos de haber “despegado” ha perdido en los últimos 365 días casi un 25% del valor

No podemos esperar mucho, si nos atenemos a lo que dicen los expertos. Desembarcó hace ahora un año a eso de las nueve de la mañana lo hacía sin grandes pretensiones. Se lo contamos aquella mañana aquí, en Capital Radio y lo hizo con una capitalización superior a los 1.800 millones de dólares y, como escuchábamos, a 105 euros el título.

Este día, la farmacéutica, que desarrolla tratamientos antitumorales de origen marino, terminó sus primeras ocho horas y media de cotización en el índice de referencia de la bolsa española con un precio por acción de 97,71 euros, lo que supuso una caída del 4,98% con respecto al día anterior.

Y ahí ya empezó a vislumbrar el futuro aciago que le esperaba. Hoy estas métricas le quedan más que lejos. En la apertura del mercado de este martes, un año después, el valor abría en los 78,90€/acción, esto es, una caída de más del 30% en apenas 365 días.

El alumno supera al maestro

PharmaMar, para quien desconozca la compañía, es el resultado una fusión de varias empresas farmacéuticas españolas. Antes del año 2015, formaba parte del grupo Zeltia, que estaba compuesto por las filiales PharmaMar, Sylentis, Zelnova, Xylazel y Genomica.

Pero, hace seis años, decidió dar un paso adelante y se fusionó con su filial, Zeltia, para crear la actual estructura empresarial que todos tenemos en la cabeza.

Especializada en oncología en sus inicios, hoy es una firma biotecnológica con diferentes productos en el mercado. Los más famosos: el aplidin, para tratar la pandemia del siglo, la de la COVID-19 (aunque este fármaco andaba hace meses en la fase de ensayo clínico y hoy seguimos en las mismas) y por otro lado tenemos la lurbinectedina, que se comercializa bajo la marca Zetpelza, para el tratamiento del cáncer microcítico metastásico (y que le ha dado más de una alegría este verano después de que las autoridades lo aprobaran en Australia y Emiratos Árabes Unidos).

Esto fue el pasado tres de septiembre. Aquel día, aquí, en Mercado Abierto hablamos con Susana Felpeto, directora de Renta Variable de ATL Capital y nos decía: son buenas noticias, pero la estrategia con PharmaMar pasa por abandonar el valor.

También lo hicimos con Adrián Jiménez, de AndBank quien firmaba sobre las palabras de Susana y haciendo balance del ejercicio reiteraba: fuera de PharmaMar.

No levanta cabeza

Pero este no es el primer revés para PharmaMar desde que llegara a los mercados. El valor registró caídas reiteradas en 2015, 2016, 2017 y 2018 cuando perdió más del 56% en un año y a partir de ahí mantuvo su particular “caminata” hasta máximos el 20 de julio de 2020 (todavía no estaba en el IBEX) cuando sus títulos alcanzado los 134,24 euros, un nivel sin precedentes.

Pero a partir de aquí las caídas fueron seguidas y sin frenos. En diciembre de 2020 tocó mínimos y de nuevo escaló hasta segundos máximos anuales en febrero de 2021 cuando se acercaba a los 120 euros/títulos. Y entonces volvió a bajar, pero ahora durante más tiempo prolongado y hacia más abajo.

En el primer trimestre del ejercicio, los títulos llegaron a dispararse más de un 60% aupados por la necesidad de que la comunidad médica contase con un antiviral contra el coronavirus ya que las campañas de vacunación estaban como estaban.

Así las cosas, la firma no fue capaz de rentabilizar esta oportunidad y cayó en la desgracia mientras competidoras avanzaban en el desarrollo de un compuesto con el que inmunizar a una población mundial frente a una pandemia sin referentes.

"Caso Aplidin"

Aplidin, como se llamó a este tatamiento, comenzó a traducirse en una retirada de posiciones en Pharmamar que llegó a situarse en terreno negativo. Para contrarrestarlo en 2020 anunció un contrasplit por el cual 12 títulos de la biotecnológica gallega pasaron de la noche a la mañana a valer 1, pero ni con esas le consiguió dar la “vuelta a la tortilla”.

El consenso de mercado otorga ahora un precio objetivo a sus títulos de casi 103 euros, lo que significa que su potencial podría ser del 31% para los próximos 12 meses. Algo más conservadora es Victoria Torre, de Singular Bank.

Aunque el calificativo que utiliza esta analista respecto al valor es nítido: decepción.

Mejores ojos

No obstante, algunos analistas ven la acción de la firma farmacéutica en los 117 euros, como es el caso de los expertos de Bestinver; los 130 euros, caso de RX Securities, o incluso en los 146 euros, según JB Capital Markets.

Para 2021, el consenso de mercado prevé un beneficio de 75,48 millones, que aumentará a los 99,7 millones en 2022 y alcanzará los 134,4 millones en 2023.

Cara y cruz de PharmaMar

Aplidin y Lurbinectedina, la cara y la cruz de la estrategia de PharmaMar.

Así las cosas, cinco años después de “comerse” a su matriz, pese al tiempo transcurrido hay cosas que no cambian. La investigación marina sigue siendo su punto fuerte (por la innovación de los tratamientos) y en bolsa la volatilidad, como hemos visto, sigue adueñada de sus títulos.

Las acciones de PharmaMar viven bajo la presión constante de compras y ventas masivas ofreciendo al inversor un valor en el que lograr grandes rendimientos o cerrar operativas con pérdidas abultadas. De momento, los analistas no le dan oportunidad.

PharmaMar sigue despertando sentimientos encontrados y un año después, los inversores corren, pero en dirección contraria. PharmaMar, un año después de su entrada en el IBEX, sigue siendo ese valor que se mueve a golpe de noticia. Y 365 días después, los titulares no son buenos.