Si apellidos como Ortega, Roig o Entrecanales se abren paso como la nueva guardia pretoriana del IBEX 35, otros como Del Pino son de los clásicos que cierran la puerta a un relevo. Al contrario, quieren alcanzar cada vez más poder.

A los accionistas, en el caso de Ferrovial, no les convencen. Ellos dicen que Rafael Del Pino acumula demasiado poder. ¿Cuál es su respuesta? ¿En bolsa es esto un problema?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Rafael Del Pino y la 'fábrica de fortuna' en la que convirtió a Ferrovial

"Tiene demasiado poder", es la excusa de los grandes fondos para deshacerse de la figura que ostenta el 20% de la de servicios; puede sentar precedente

España está plagada de consejos de administración, pero falta de un faro del que guiarse. Como telón de fondo siempre está el sempiterno caso de Inditex y los Ortega. La semana pasada en Arteixo arrangaba la carrera al frente de la textil gallega de la vástago del anciano tejedor.

Aunque más allá de Galicia (aunque sea algo peor) hay vida. Podría decirse que construye autopistas, aeropuertos, puentes… y ricos. Ferrovial es una fábrica de fortuna. Cinco de los integrantes de su máximo órgano de dirección aparecen entre las 100 mayores fortunas de la revista Forbes.

¿El primero?

El patriarca: Rafael Del Pino y Calvo-Sotelo, presidente y en el bolsillo 3.800 millones de euros. Y cerca suya, la familia: María, Leopoldo, Joaquín y Fernando, los hermanos.

Hechas las presentaciones del clan más acaudalado de la Comunidad de Madrid decir que esta situación incomoda (y mucho) a los grandes fondos de inversión extranjeros.

En el caso de Ferrovial son tres: BlackRock, Fidelity International y Lazard Asset. Tienen un 3% de esta ‘navaja multiusos’ del selectivo español. Lejos del 20% que ostenta Rafael Del Pino, pero suficiente para hacer ruido. Porque hoy se ha votado la reelección del empresario al frente de la firma y parecía que todo iba a ir bien.

No ha habido sorpresa, pero tampoco tranquilidad. Los inversores extranjeros, aconsejados por el proxy ISS creen que otros cuatro años de Del Pino al frente de Ferrovial son un problema. No por él sino por el poder.

Es un sí… pero no

A corto plazo las figuras de presidente y consejero delegado de la firma no se van a separar y con esto, Del Pino, tiene las de ganar. Nadie le discute, nadie le debate y todos (mientras el dividendo siga llegando al bolsillo) acatan lo que se les dice.

Norges Bank Investment Manager (fondo soberano de Noruega), Calvert Investments, Canadian Pension Plan Investment, el New York City Employees Retirement System y el Teacher Retirement System of Texas… por los nombres, ninguno de estos fondos ha nacido en Barcelona, han enseñado las cartas. Se han vuelto rebeldes… para nada.

Modelo chairman

Los extranjeros tienen poco poder aunque tampoco se quejan del que tiene Del Pino. No ven mal su gestión, lo que ven mal es que se ‘apoltrone’ en el sillón de mando no quiera delegar parte de la conducción de su nave. Lo que quieren, en definitiva, es una gobernanza a la inglesa.

Consejos más dinámicos y rotatorios como nos aclara Carlos Ladero, analista de GPM quien no pone solo el foco en Ferrovial y nos dice… más allá están ACS, Telefónica

Florentino Pérez y José María Álvarez-Pallete son otros dolores de cabeza a los que, de momento, no alzan la voz como si hacía la semana pasada contra la reelección de Maurici Lucena en Aena y Francisco Riberas en Gestamp. ¿Pero por qué se quejan tanto si, aunque Del Pino abandonara, ellos no controlaría de facto la empresa?

No la controlarían, pero lo que nos decía el analista es que, a cambio, sí que se oirá más su voz en el día a día de la gestión. Tampoco todos los extranjeros se oponen a Del Pino: Calpers y Glass Lewis le han dicho sí y él, los ha sonreído.

Los fondos quieren el modelo chairman, es decir, quieren un presidente institucional y un consejero delegado que mande de verdad.

En Iberdrola, por ejemplo, BlackRock, su segundo accionista con más del 5% de la propiedad no quiere a Ignacio Sánchez Galán al frente de todo en los próximos diez años. A Sánchez Galán no le gusta el modelo chairman, y quiere que Francisco Martínez Córcoles como consejero ejecutivo para que siga siendo un ejecutivo muy trabajador, pero sin mandar.

En el Banco Santander pasa algo parecido: Ana Botín, siguiendo el ejemplo de su padre Emilio, y mantiene la política de empresa “familiar” cuando la realidad es que no tiene la propiedad de la firma.

Del Pino opera en Ferrovial a través de la sociedad patrimonial neerlandesa Rijn BV donde aglutina, desde 2015, la mayoría de su participación en la de servicios. Un porcentaje valorado, por precios actuales, en cerca de 4.000 millones de euros.

Ferrovial en el mundo

De la mano de Del Pino esta empresa ha pasado de ser un actor español a vivir en el mundo. Si en 1999 con su llegada el 86% de los ingresos procedían de España y el resto del exterior, hoy esto porcentajes se han dado la vuelta.

Entre los activos de la Ferrovial de 2022 destacan el Aeropuerto de Heathrow, en Londres, la autopista 407 ETR de Canadá y las managed lanes de Estados Unidos. En los últimos meses ha añadido activos como la concesionaria IRB en India y el Aeropuerto de Dalaman, en Turquía.

En bolsa el título ha sido un enfermo en los últimos años. Ahora mejora y escapa, poco a poco, de la gravedad. ¿La tarea de Rafael Del Pino para lo que se viene? Sacar a Ferrovial de la UCI del IBEX 35.

Él, de momento y tras la Junta General de Accionistas de la de servicios, parece que se ve ‘joven para siempre’. La Guardia Pretoriana del mercado mantiene el pulso. Aguanta.