El líder de Esquerra Republicana de Cataluña ha sembrado la polémica en Twitter. Lo ha hecho comparando la nacionalización de Bankia con la propuesta de hacer lo mismo con la planta que Nissan abandona en Barcelona y que deja en la estacada a 20.000 familias.

La diferencia entre el poder público sobre Nissan y Bankia

Aquí cabe mencionar una distinción. Nissan es una empresa privada japonesa y ha decidido cerrar su planta de Barcelona no por el hecho de que esté en España, sino porque se quiere ir de Europa.

El caso de Bankia fue muy distinto. Fue el banco resultante de varias cajas de ahorros cuyos consejos de administración estaban repletos de políticos de las administraciones públicas del territorio de cada caja.

Antes del cambio legislativo de 2013, las cajas eran fundaciones de naturaleza privada con finalidad social, no sociedades anónimas con ánimo de lucro.

Además, no tenían Junta de Accionistas, lo que permitía a sus dueños no tener que responder a los intereses de los inversores.

Después de unirse en Bankia, la entidad tenía problemas en su balance y en la propia gestión del banco y eso llevó al Estado a rescatarla a través de la entrada en su capital social.

Sin embargo, actualmente un 61,8% del accionariado de Bankia es propiedad del FROB, es decir, del Estado. El porcentaje restante está en manos privadas y un 9,8% pertenece a inversores minoristas. Por lo tanto, Bankia no es un banco completamente público.

Twitter se le echa encima: ¿qué harían en la planta?

Una de las dudas que les plantean los usuarios de Twitter al político es qué se produciría en la fábrica en el caso de nacionalizarla.