La aerolínea low cost irlandesa Ryanair registra su beneficio anual más bajo en cuatro años y prevé que podrían caer aún más el año que viene al enfrentarse al exceso de capacidad, al Brexit y a los problemas con la entrega del Boeing 737 Max.

La aerolínea registró un beneficio después de impuestos en su ejercicio hasta el 31 de marzo –excluyendo las pérdidas de puesta en marcha en su unidad audamotion– de 1.020 millones de euros frente a los 1.450 millones de euros del año anterior, un dato dentro de las previsiones de la compañía –entre los 1.000 millones de euros y 1.100 millones–.

En cuanto a los problemas con el modelo de Boeing 737 Max, la aerolínea irlandesa afirma que los retrasos en su entrega le han forzado a reducir su capacidad aproximadamente en un millón de pasajeros en el año hasta marzo de 2020 –tiene previsto transportar 153 millones de pasajeros, frente a los 139 millones de este año–. La compañía esperaba recibir 5 modelos de Max 737 entre abril y junio y otros 42 más antes de marzo de 2020.

Su director financiero, Neil Sorahan, afirma que aspiraban a que Ryanair recibiera sus primeras entregas en octubre y que las entregas futuras estuvieran "un poco atrasadas". La aerolínea planea tener una conversación con Boeing sobre una modesta compensación, agregó. La compañía es uno de sus mayores clientes del Max, que fue castigado en todo el mundo en marzo tras un fatal accidente de Ethiopian Airlines que causó la muerte de los 157 pasajeros a bordo. Ha pedido 135 modelos de 737 MAX 200s y aún tiene opciones sobre 75 más.

El beneficio del año hasta el 31 de marzo de 2020, incluyendo Laudamotion, podría estar entre 750 y 950 millones de euros, dijo Ryanair. El beneficio, incluyendo las pérdidas excepcionales de Laudamotion este año, fue de 880 millones de euros.

Ryanair señala que sus tarifas durante seis meses, hasta finales de septiembre, eran inferiores a las del año pasado y que esperaba que la tendencia continúe, aunque señala que no tenía visibilidad para la segunda mitad de su año fiscal.

No obstante, varios rivales han advertido en las últimas semanas de un peor entorno comercial, debido al exceso de capacidad y a que los viajeros europeos se estén retrasando en reservar sus vacaciones de verano a la espera de los resultados del Brexit.

Las acciones de Ryanair han comenzado la sesión con caídas de un 5% tras conocerse estas cifras.