Está entre las 10 empresas más grandes por capitalización bursátil, pero aun así ha quedado fuera del índice que recoge las 500 empresas más representativas de Estados Unidos. Hablamos de Tesla, una de las acciones más queridas y odiadas de Wall Street, que no ha logrado entrar al S&P 500. Las razones detrás de esta decisión dejan muchas dudas, pero los analistas tienen algunas teorías bajo la manga.

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Tesla cumplía todos los requisitos para entrar en el S&P 500, tiene una capitalización de mercado de 400 mil millones de dólares. Su tamaño la convierte en la compañía de automóviles más valiosa del mundo por un amplio margen. Supera con creces a Toyota, Ford, General Motors y Fiat Chrysler. Y por eso, la noticia ha sido una gran sorpresa para los inversores.

Sin embargo, el tamaño no es lo único que le importa al comité de índices del SP. Y es que los criterios de selección del índice contienen aspectos tanto cuantitativos como cualitativos. En declaraciones a Market Watch, Stephanie Hill, jefa de índice y estrategia del Banco New York Mellon señala que la calidad de las ganancias de Tesla podría haber mantenido fuera a la compañía.

La calidad de las cuentas de Tesla

Tesla obtiene una buena parte de sus ingresos vendiendo créditos de emisiones, una práctica que los analistas consideran que no va a durar mucho tiempo. Como sus vehículos son eléctricos no necesita utilizar esos créditos y se los vende a otras compañías de coches para que cumplan con la regulación medioambiental.

El índice se fija más en los criterios GAAP, o los principios de contabilidad generalmente aceptados, que en las ganancias ajustadas. En el segundo trimestre, Tesla ha sido mucho más rentable que en el resto de trimestres y algunos inversores temen que la compañía no pueda sostener sus ganancias si las ventas de dichos créditos caen, ya que las automovilísticas cumplirán cada vez más con los criterios climáticos.

La volatilidad en el precio de las acciones de la compañía de Elon Musk también puede ser otro tema clave para el comité. Tesla ha subido un 400% en el último año y durante el 2019 sus acciones han ganado más del 800%. El S&P 500 ha agregado grandes empresas a sus índices en el pasado, pero es difícil encontrar un ejemplo de uno tan grande y volátil como esta compañía.

Las teorías son varias, pero todas nos llevan a pensar en que el comité de índices del S&P 500 no confía en que la compañía de Elon Musk puedan mantener su rentabilidad a largo plazo. ¿Será que el S&P está protegiendo a sus inversores indexados? ¿Comenzará a caer Tesla después de este duro golpe?