Últimamente Ana Botín se está aficionando a eso de comprar acciones del Santander. En los últimos tres meses lo ha hecho hasta tres veces y ha comprado más de cinco millones de acciones. La última la pasada semana, con una adquisición de un millón de títulos por más de 3,5 millones de euros.
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Pero con tantas compras en tan poco tiempo, es inevitable que nos cuestionemos cuáles son las verdaderas intenciones de la señora Botín. ¿Quizá sea la cuidadora del Banco Santander en bolsa?
Te lo revelamos en el siguiente podcast de Expediente Abierto.
La figura del cuidador del mercado tiene un cierto halo de leyenda pero lo cierto es que existe y es legal. Se encarga de estabilizar los precios de un valor, por ejemplo de evitar caídas excesivas. En definitiva, de estar ahí siempre con grandes cantidades de dinero para proteger un valor.
¿Lo es Ana Botín? Responder a la pregunta es fácil. La semana pasada compró un millón de títulos, otro millón en diciembre y algo más de tres millones en octubre. Si lo comparamos con su volumen de negocio diario de media en el último mes, unos 127 millones de títulos, observamos cómo un movimiento como el de la presidenta puede tener un escaso efecto sobre la cotización del valor.
El verdadero objetivo: lanzar un mensaje de confianza al mercado... pero ¿ha funcionado?
Entonces, no podemos decir que Botín sea la cuidadora del Banco Santander. Pero eso no quita que el núcleo de la compañía tenga a alguien encargado de vigilar que la acción no se desmorone. Gerardo Ortega, director de TraderSecrets, no descarta que el banco pueda tener un "cuidador" incluso sugiere que "probablemente sean ellos".
Pero, ¿por qué ha comprado tantas acciones del Santander últimamente entonces? La clave para el experto es que el hecho de que la propia presidenta del banco compre títulos de su compañía lanza un mensaje muy importante al mercado. Si la mismísima Ana Botín apuesta por el Santander, ¿por qué no íbamos a hacerlo nosotros?
En Expediente Abierto hemos comprobado si realmente Botín ha conseguido transmitir esa confianza al mercado. El día de antes de conocer su primera compra de los últimos meses, el 31 de octubre, la acción cerró en 3,7 euros por acción. Este lunes cotiza en torno a los 3,5 euros. Lejos de subir, el título se ha dejado en torno a un 4% en ese tiempo.
Podríamos deducir que, para los inversores del Santander, pesa más el entorno de los tipos de interés y el miedo al Brexit que la presidenta comprando acciones y apostando por el banco.
