Volkswagen pisa a fondo el acelerador para salir de la crisis del dieselgate. Sus resultados muestran una recuperación de su marca principal, Volkswagen, que gana 869 millones de euros, en comparación con los 73 millones del mismo periodo del año anterior.

El beneficio neto de la compañía sube un 44% hasta los 3.400 millones de euros y sus ventas totales suben un 10’3% hasta los 50.200 millones de euros.

Con estas cifras, el mercado se reconcilia con el mayor fabricante de automóviles de Europa, que en el año 2015 se tiñó de rojo ante el estallido del escándalo de las emisiones de diésel. Desde entonces ha pagado miles de millones de dólares en multas a EEUU, donde se descubrió el engaño. La compañía todavía se enfrenta a demandas legales en otros países.

Ahora la alemana se centra en cambiar su marca Volkswagen para hacerla más atractiva. Y esto supone realizar cambios estructurales como simplificar el desarrollo de vehículos, reducir la complejidad de las piezas y dejar de lado modelos poco rentables.