¿Se han preguntado alguna vez cuánto capital mueve el negocio de la compra y venta de materias primas? ¿Qué compañías y empresarios tejen los hilos de este mercado y tiene potestad para amoldar políticas públicas a sus intereses privados? ¿Podemos no depender (y en qué plazo) de las materias primas rusas?

Son dudas que despejamos en Mercado Abierto de la mano de Javier Blas, periodista oscense y columnista de Bloomberg y autor de "El mundo está en venta: la cara oculta del negocio de las materias primas".

Escucha la entrevista completa en este podcast de Mercado Abierto:

El abecedario que controla un tercio de la economía mundial

El periodista oscense y columnista de Bloomberg, Javier Blas, publica su nueva novela "El mundo está en venta: la cara oculta del negocio de las materias primas"

Trafigura, Glencore, Vitol... pasan por ser el "lubricante" de un tercio del comercio mundial. Son nombres de empresas prácticamente desconocidas y que controlan el mercado de las materias primas. Son compañías que mueven 17 billones de dólares al año comerciando con petróleo, trigo, carbón o cobalto.

En el caso del oro negro, a todo el mundo se le puede venir a la cabeza Saudi Aramco por configurarse como una de las empresas más valiosas del mundo. Sin embargo, quien de verdad "controla los hilos" es una firma británica privada, Vitol desde donde controlan un 10% del mercado de crudo mundial y capaz de abastecer de esta materia prima durante un año a grandes economías como Francia, Alemania, España o Reino Unido.

¿Quién mantiene a Putin?

"No ha habido un negocio tan lucrativo para mantener a Vladímir Putin en el poder durante la última década como el de las casas de las materias primas", asegura Blas quien pone en duda que el oligarca siguiera en el Kremlin de no ser por el mercadeo del petróleo.

La cara oculta de estas compañías, de la que se habla en la obra del periodista, pasa por la opacidad de sus negociados.

"Es uno de los pocos reductos del capitalismo salvaje de la época previa a la grave crisis económica de 2008", insiste el autor quien añade: "no se saltan la regulación porque no existe".