Nos parece evidente que el COVID-19, si algo ha tenido positivo, es que ha puesto en el centro a las personas. La primera etapa donde la intervención directa de los profesionales de la sanidad, en todos sus grados y competencias, se antojaron imprescindibles, se empezó a entender que la intervención humana en la era digital es y será siempre imprescindible.

El reto actual es adaptarse a los cambios introducidos, de interactuar forma diferente y liderar el cambio digital. Los equipos humanos que han ido experimentando cambios en su forma de trabajar (de modelo presencial al híbrido) exigen una readaptación. El trabajo manual e imprescindiblemente presencial relacionados con los cuidados personales, se va a ver reforzado y complementado con herramientas digitales y para ello es imprescindible cubrir dos exigencias: que haya voluntad de integración humano-máquina por parte de los dirigentes y en segundo lugar el compromiso recíproco, fomentando la innovación en los equipos para mejorar la eficacia y aumentar la productividad.

¿No se había hablado de potenciar el teletrabajo como medida de sostenibilidad?

El talento, ahora más que nunca, se convierte en el epicentro del mundo laboral y se hace imprescindible desarrollarlo. Se necesita que todos los actores se adapten a la nueva situación postpandémica, estableciendo códigos de conducta alineados con el talento, evitando que sea la espontaneidad quien los defina.

Pero seguimos chocando contra la misma pared de siempre. El reciente caso de la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid ha sido una evidente demostración de lo ambiguo que está siendo el cambio de modelo. Alegando motivos de seguridad y de movilidad, se recomendó desde la Secretaría de Estado de la Función Pública, que los funcionarios durante los días 28 al 30 de junio permanecieran teletrabajando, pero esta medida se convirtió en una anomalía laboral, pues en lugar de servir para poner en marcha el teletrabajo de forma estable, desde el mismo día 1 de julio se volvió a la “normalidad presencial” ¿No se había hablado de potenciar el teletrabajo como medida de sostenibilidad?

Tal vez alguien no se ha dado cuenta de que los tiempos han cambiado y se siguen dando soluciones de futuro, con recetas del pasado….